La multinacional láctea estadounidense Schreiber Foods y los representantes de sus trabajadores de sus factorías de Noblejas y Talavera cerraron el pasado viernes sin acuerdo el acto de conciliación instado por CCOO contra “el recorte unilateral y masivo que ha aplicado la empresa en las nóminas de las 800 personas que integran su plantilla toledana”.
En un comunicado, el sindicato informa que presentará esta misma semana ante el Tribunal de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ-CLM) la correspondiente demanda por conflicto colectivo y, simultáneamente, “las demandas individuales por reclamación de cantidades encomendadas ya a la asesoría jurídica de CCOO por más de 200 trabajadores y trabajadoras de las factorías toledanas”.
El secretario de Organización de CCOO-Industria CLM, Jesús Félix Roldán, ha animado a acudir al sindicato para tramitar las demandas ya que “quien más, quien menos, todas las personas que trabajan para Schreiber han visto recortado su salario en diferentes porcentajes”, que algunos casos suponen más del 20% del líquido a percibir”.
Incumplimiento del convenio
Cabe recordar que el pasado 14 de abril se firmó el nuevo convenio colectivo que incluía cláusula de revisión salarial sin tope de antigüedad, para los cuatro años de vigencia.
Sin embargo, según denunció el sindicato hace unos días, “nada más firmarlo, la dirección comenzó a presionar a los representantes de los trabajadores (CCOO -mayoritario-, UGT, USO y CSIF) y a coaccionar a la plantilla para que renunciasen a esa cláusula”.
El comité de empresa y los trabajadores se niegan a renunciar a la cláusula que preserva el poder adquisitivo de sus salarios en estos tiempos de inflación desbocada, en la que “Schreiber Foods trata de neutralizar los efectos económicos de la cláusula de revisión salarial recortando el salario base”, señala el escrito.
Para CCOO la multinacional estadounidense “no cumple lo pactado, se inventa excusas para invalidar la cláusula y para quedarse, como está haciendo, con una parte de las nóminas de los trabajadores, cuando las cuentas y las previsiones son optimistas y no presenta ningún problema económico”, por lo que acudirán a los tribunales sin descartar movilizaciones, concluye Roldán.