El Gobierno de Castilla-La Mancha ha marcado el camino hacia un cambio de modelo energético impulsando las energías renovables frente a las fósiles, apostando por aquellas que conllevan la creación de empleo, competitividad, innovación, mejora de la salud y contribución a los compromisos internacionales de lucha frente al cambio climático, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero en una región que ya es líder en producción solar fotovoltaica.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Energía, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha visitado las placas solares fotovoltaicas que se han instalado en la Viceconsejería de Medio Ambiente, el primero de los edificios propiedad de la Administración regional que forma parte del plan específico anunciado por el propio jefe del Ejecutivo castellano-manchego, que supondrá una inversión de 50 millones de euros para la instalación de este sistema en 851 edificios públicos y que tendrá continuidad en los próximos meses con nuevas instalaciones en la sede del IVICAM, el centro tecnológico de investigación pública más importante de la región, entre otras localizaciones, lo que supondrá un ahorro en la factura de consumo eléctrico con la que se amortizará la inversión realizada en solo 5 años.
En declaraciones a los medios de comunicación, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado que este es un paso más en la lucha frente al cambio climático, donde se cuenta con una estrategia específica y ante el que Castilla-La Mancha cuenta con un anteproyecto de Ley de Economía Circular que se encuentra en el Consejo Consultivo tras el visto bueno del Consejo de Gobierno.
Martínez Arroyo ha indicado que la energía solar fotovoltaica en la región es fundamental, siendo Castilla-La Mancha, con 1.742 gigavatios-hora, la primera Comunidad Autónoma en producción de España, donde más del 50% de la energía que se produce en la región procede de fuentes renovables y “solo con esta producción llegamos a un 100% del consumo de energía eléctrica” en Castilla-La Mancha. Así, ha dicho, “con nuestra energía renovable somos capaces de garantizar el consumo de toda la comunidad autónoma”.
72 paneles
Concretamente, la instalación, ubicada en la azotea del edificio de la Viceconsejería de Medio Ambiente, ha comenzado ya a generar energía limpia para autoconsumo a través de sus 72 paneles solares fotovoltaicos, que generarán una potencia total de 20 kilovatios, reduciendo la huella de carbono de este edificio y evitando la emisión de más de 9.000 kilos de dióxido de carbono al año a la atmósfera, contribuyendo a descarbonizar el parque inmobiliario, responsable de aproximadamente el 36% de todas las emisiones de CO2 de la Unión Europea.
Con una inversión de 28.000 euros, se prevé reducir la factura eléctrica en más de 5.000 euros anuales, con lo que la instalación se amortizaría en cinco años.
Este es solo un ejemplo más del compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha por la energía sostenible y renovable, un Ejecutivo comprometido, ha dicho Martínez Arroyo, en pasar del modelo de economía lineal al circular, que beneficiará a la región desde el punto de vista medio ambiental, social y económico.