El Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda, en Madrid, trabaja en las muestras anómalas de agua extraídas a finales de la semana pasada en la piscina climatizada Siglo XXI de Torrijos y que ha conllevado el cierre cautelar de la instalación.
Una medida tomada de forma inmediata y “por precaución”, tras sospecharse que la ‘ameba comecerebros’ -naegleria fowleri- podría haber dado de nuevo la cara como en mayo de 2018, cuando infectó a una niña de diez años.
El director general de Salud Pública, Manuel Tordera, ha confirmado a Efe que en los primeros cultivos se denota la presencia en el agua de algún agente que podría ser patógeno y que lo más probable es que sea la fowleri, “pero hay que estar seguros”.
Desinfección a conciencia de la piscina Siglo XXI
Tras el caso ocurrido el año pasado, la desinfección de la piscina se realizó de forma rigurosa y concienzuda. Hasta cien mil euros se destinaron para limpiar de forma exhaustiva el vaso, los conductos y cambiar todos los filtros de la piscina cubierta. También se incrementaron las dosis de cloro y se rebajó algo la temperatura del agua para aminorar la aparición de cualquier tipo de microorganismo. Asimismo, los controles han sido más periódicos y todos satisfactorios hasta el de finales de la semana pasada.
Así las cosas, se sospecha que pueda haber algún recoveco donde la ameba se haya acantonado y haya vuelto a salir, por lo que ahora habrá que revisar otra vez todos los tubos y conductos e instalaciones a ver si se encuentra.
Pocos casos descritos de ‘ameba comecerebros’
Tordera ha explicado que estas amebas se llaman de vida libre porque están muy extendidas en aguas dulces. De la naegleria hay varias familias pero sólo una es patógena, la fowleri.
En general es un patógeno de muy baja contagiosidad y en el mundo hay muy pocos casos descritos, ha manifestado el director general de Salud Pública, quien ha añadido que, por ejemplo en Estados Unidos, en 15 años se han descrito alrededor de 200 casos, que también se han dado en Paquistán o en Australia.
La ‘ameba comecerebros’ provoca una meningoencefalitis grave y el contagio se produce por vía nasal habitualmente, en las inmersiones bajo el agua, cuando el parásito llega al nervio olfatorio y a través de él puede llegar al cerebro y provocar la meningoencefalitis.
Su contagio suele conllevar una alta mortalidad, sin embargo el único caso conocido en España, precisamente el de la niña de Torrijos del año pasado, tuvo un final feliz con la recuperación total de la chiquilla.
Tordera ha señalado que los análisis tardan “no menos de una semana”, ya que hay que hacer el estudio genético y tipificar bien qué tipo de naegleria, por lo que ha indicado que habrá que esperar por lo menos esta semana para conocer los resultados de los análisis del Centro Nacional de Microbiología.