El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha trasladado este domingo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su apoyo a las medidas adoptadas por el Ejecutivo central y también ha respaldado que “todo el mundo haga lo mismo en toda España”.
Fuentes del Ejecutivo castellano-manchego han informado a Efe del contenido de la intervención que ha realizado el presidente regional en la videoconferencia que este domingo ha mantenido el jefe del Gobierno central con todos los presidentes autonómicos y ha planteado que estas videoconferencias se mantengan en el tiempo para “conocer y aportar y contribuir”.
A su modo de ver, la coordinación con los cuatro ministerios -Sanidad, Defensa, Interior y Transporte- es “razonable, estrecha y con muchos baches, como es natural, con Sanidad por la enorme apretura del material”, si bien ha valorado que existe una comunicación permanente y se están analizando las problemáticas.
Asimismo, y para que no caiga todo en la Presidencia del Gobierno, ha propuesto reforzar un elemento de coordinación con el ámbito económico e industria, al tiempo que ha apuntado que a nivel personal, en el ámbito económico “hay buena comunicación, pero sería bueno ampliarla”.
También ha señalado que se está poniendo de manifiesto que se echan en falta “algunas medidas”, porque hay “una variedad de matices, una casuística tan compleja” en la que ninguna comunidad autónoma puede “sumar el puzzle completo de la realidad económica e industrial”.
Así, ha opinado que este método de preparación a nivel de economía e industria se puede “afinar, incrementar”, ya que hay elementos en los que pueden dar opinión y esa opinión puede ser muy útil.
El presidente castellano-manchego también ha afirmado que comparte la preocupación motivada, en parte por la confusión y por la dificultad de aplicar medidas que cuando son de emergencia siempre son simplificadas, en un escenario económico “tan policromado”.
En concreto, ha expresado que le preocupan las empresas que se vean ralentizadas con la alarma y la Semana Santa, especialmente aquellas que están asustadas porque tienen que cumplir contratos con el exterior o que pueden encontrarse descolocados en el ámbito mundial.
Frenar y arrancar
En este sentido, ha afirmado que “no es lo mismo frenar que arrancar” y ha añadido que el trabajo de arrancar va a exigir el esfuerzo de todos, ante lo cual ha expresado su apoyo y ha añadido que si hubiera un consenso unánime, el apoyo sería innecesario, pero ha precisado que el apoyo de cara a la opinión pública le parece determinante.
Y ha aseverado que, con independencia de las sugerencias, matices o cuestionamientos que se puedan manifestar en estas videoconferencias, ha apoyado que “el planteamiento de unidad de dirección sea interpretado como queremos, que todo el mundo haga lo mismo en toda España”.
Por otro lado, ha mostrado su pesimismo por escuchar que Sánchez da por perdidos los bonos y ha opinado que es necesario que en un país como España, claramente europeísta, no se pueda ver afectado con el tiempo, por una deriva por la crisis de legitimidad en el ejercicio de la UE.
Ha alertado de que la UE “se la juega en el sur de Europa” y no se puede reproducir la desafección de la anterior crisis, cuyos efectos aún se notan en la actualidad.
En cambio, ha afirmado que es necesaria una estrategia, mínimo de 5 años, probablemente de una década.
Asimismo, ha afirmado que estos días se está “en el límite del material, especialmente los respiradores” y ha agradecido todas las gestiones consulares y del Ministerio de Exteriores con el desbloqueo de material, al tiempo que ha asegurado que, aunque el material “va funcionando, va llegando”, hay que estar prevenidos porque va a ser necesario durante bastante tiempo”.
Por último, ha considerado que el que la sociedad española mantenga con “fiereza y pulcritud” medidas extremas debe estar correspondido con entereza de ánimo en la función pública.
