UGT Toledo ha denunciado el recorte de la plantilla en las tres unidades de reparto de Correos en la capital con la supresión de ocho puestos laborales, sin reunirse con las organizaciones sindicales para justificar la medida y, en consecuencia, “sobrecarga de trabajo y merma de calidad” del servicio público.
La sección sindical de FeSP-UGT Toledo ha conminado a la Sociedad Estatal a la reconsideración de esta decisión “decidida sin previa negociación en la Comisión de Empleo provincial, saltándose el convenio colectivo”, ha lamentado el delegado de Personal del Sector Postal en la provincia, Santiago Gómez.
A su juicio, este “tijeretazo drástico a la plantilla” se quiere adoptar en base a estudios de población en la ciudad “obsoletos y alejados de la realidad actual, sin tener en cuenta su orografía y las características de cada uno de los barrios a los que se presta servicio desde las unidades de reparto afectadas que, por otra parte, están ya mermadas y castigadas por la falta de contratación durante todo el año”.
A su juicio, se trata de una medida que “supone una modificación sustancial colectiva en materia de plantillas y sistemas de trabajo, que obligan a la empresa a una negociación colectiva que ha sido eludida” y ha entendido que se puede estar produciendo un expediente de regulación de empleo (ERE) encubierto.
“Empeoran las condiciones de trabajo”
Con la supresión de los ocho puestos de trabajo, según Gómez, “empeorarán las condiciones de trabajo del personal de estas tres unidades de reparto y provocarán un recorte en la prestación del servicio postal público para los vecinos”.
De hecho, ha matizado que “no solo hay sólidas razones para conservar los puestos que se pretenden eliminar, sino para ampliarlos y poder ofrecer un servicio postal público de calidad” en zonas de reparto como Azucaica o el barrio de Santa María de Benquerencia, en este caso dada la proyección de expansión.
“Queremos hacer ver a quien toma esta decisión a la hora de dar un corte tan drástico en una plantilla ya mermada que se debería estudiar sobre el terreno y ver las necesidades reales de unas unidades lo suficientemente castigadas ya con la falta de contratación mensual como para suprimir ocho puestos sin una justificación clara en base a la redistribución de cargas de trabajo”, ha concluido.
