El acusado de matar, en agosto de 2019, a su cuñada, que tenía una discapacidad, y de acuchillar a otra mujer en el municipio toledano de Yeles, para el que el fiscal ha pedido cuarenta años de prisión, ha sido declarado culpable por unanimidad de los nueve miembros del jurado popular.
Fuentes judiciales han informado que el jurado ha alcanzado un veredicto, en menos de tres horas desde que se retirara a deliberar, por el que encuentra al acusado culpable de todos los delitos que se le imputan, el de asesinato, el de tentativa de asesinato y el de robo con violencia.
Asimismo, las mismas fuentes han precisado que durante la vista, que se ha celebrado este lunes en la Audiencia provincial de Toledo a puerta cerrada tras la petición de las partes, el procesado ha reconocido los hechos y, por tanto, se ha practicado menos prueba de la prevista.
Tras las conclusiones finales y el informe de las partes -fiscal, acusación particular de la familia de la fallecida y letrado de la defensa-, el jurado se ha retirado a deliberar.
Debido a la decisión de celebrar el juicio a puerta cerrada, que ha solicitado la fiscal y a la que se han adherido la acusación particular y la defensa, no han podido acceder a la sala ni los familiares ni el público.
Para realizar esta solicitud, la fiscal ha apelado al artículo 25 del Estatuto de la Víctima y ha considerado que el desarrollo del juicio puede afectar a los familiares de la fallecida y a la otra víctima, por lo que ha abogado por “garantizar o intentar que no se vulnere la intimidad” de los mismos.
La letrada de la acusación particular se ha adherido a la solicitud así como el abogado defensor, que ha indicado que lo hace “también con el fin de proteger la intimidad” de su defendido y de sus familiares.
El magistrado presidente ha aceptado la petición formulada por la fiscal porque ha entendido que, en este caso, “prima la protección del derecho a la intimidad y a la propia imagen al menos de una de las víctimas y de la familia de la persona fallecida”.
En un principio, salvo modificaciones en las conclusiones que no han trascendido, el acusado se enfrenta a cuarenta años de cárcel por la comisión de los delitos de asesinato con alevosía de su cuñada (por el que el fiscal ha pedido veinte años), el delito de robo con violencia del dinero de la pensión de la víctima asesinada (cinco años) y un delito de asesinato en grado de tentativa de la otra víctima (quince años).
Los hechos ocurrieron en agosto de 2019 en Yeles (Toledo), cuando el acusado había concertado una cita con una mujer para mantener relaciones sexuales y toda vez que el hombre deseaba permanecer más tiempo con la mujer y consumir drogas, pero no tenía dinero, se dirigió a casa de su cuñada, pues sabía que la mujer había cobrado una pensión que le correspondía por incapacidad, ya que tenía reconocido un grado de minusvalía del 82 por ciento física y sensorial.
Una vez en el domicilio de su cuñada, el acusado pidió dinero a la mujer, que en esos momentos estaba sentada en una banqueta del salón, pero como ella se negó a dárselo, el hombre empezó a golpearla “aprovechando que la misma no podría defenderse por su deteriorada situación física”.
Tras acabar con la vida de su cuñada, cogió el dinero y se marchó de nuevo a casa de la mujer con la que había concertado la cita, donde consumió alcohol y drogas, aunque al pasar las horas, el hombre necesitó más dinero y se lo pidió a la mujer, que se lo negó y se durmieron.
Una vez que la mujer estaba dormida, el acusado fue a por un cuchillo de cocina y se lo clavó por la espalda, ante lo cual la víctima comenzó a chillar y a defenderse y también apareció su compañero de piso, lo que provocó que el agresor saliera a la calle semidesnudo y se marchara corriendo, hasta que fue detenido ese mismo día.