Dicen lo lugareños que el asesinato de la exconcejala del PP, Isabel Laureana Cebrián, ha sido el crimen más horrible de la historia de Quintanar de la Orden, una población de la provincia de Toledo que cuenta con 12.000 habitantes. Un crimen que aún no se ha esclarecido del todo, pero la investigación sigue creyendo que dos hermanos –uno el marido de la víctima y otro su cuñado- pueden ser responsables del homicidio.
Isabel Laureana Cebrían, de 59 años de edad, fue asesinada, el 11 de enero de este año, a las siete de la tarde. Su cuerpo recibió más de treinta puñaladas y para ello se utilizaron dos cuchillos diferentes. En un principio se culpó del asesinato a su marido Francisco Javier Carrión y de hecho ingresó en prisión 48 horas después de producirse el crimen.
Pero, cuando Francisco Javier llevaba unos días en la cárcel, su hermano y cuñado de la víctima, José Antonio Carrión, intentó suicidarse produciéndose unos cortes en el cuerpo. Esto hizo sospechar a la Guardia Civil y ahora dichas sospechas se han hecho realidad al poder cotejar tanto los resultados de ADN, como las huellas halladas en los dos cuchillos que se emplearon para matar a Isabel.
Los carriones, los de la gestoría
Hace unos días, José Antonio fue detenido y confesó que él había cometido el crimen. Una autoinculpación que para la investigación no sirve como prueba única porque consideran que en la versión ofrecida por el cuñado de la víctima se reconocen los hechos a su manera, que se puede dar por buena parcialmente, pero que fue destinada a descargar la responsabilidad de su hermano.
Francisco Javier Carrión, José Antonio Carrión e Isabel Laurena eran conocidos en el pueblo como “los carriones, los de la gestoría”. Y es que juntos trabajaban en Carrión Asesor SL. Es un establecimiento que ofrece servicios de consultoría, laboral, fiscal y contable, además de vender seguros. Francisco Javier era responsable de la parcela económica y José Antonio realizaba funciones de administrativo.
La empresa la abrió hace años Francisco Javier y ahora, tras las detenciones de ambos, únicamente presta sus labores aquí Carlos Carrión, otro de los hermanos que es abogado. La gestoría está situada en le número 4 de la calle Princesa, curiosamente se encuentra a unos trescientos metros de la casa de la asesinada, pues el domicilio de la víctima está ubicado en el número 1 de la calle Moral.
José Antonio es el pequeño de los tres hermanos y desde el pasado lunes está en una de la dos prisiones de Ocaña. Puede recibir visitas, pero la juez de Quintanar –que es la encargada de instruir la causa- no le permite que salga ni aún pagando fianza. Algo que permitió a su hermano Francisco Javier obtener la libertad provisional. Eso sí, abonando 28.000 euros el día 28 de octubre.
En Quintanar de la Orden están sorprendidos porque la justicia tenga en el punto de mira a los dos hermanos. Una sorpresa, por otra parte, que ha hecho pública el portavoz de la familia, José Bernardino Tello, que no ha dudado en declarar que no entiende como se sigue manteniendo la acusación contra Francisco Javier tras la confesión de José Antonio.
La investigación aún deben de dar muchas puntadas y la solución de este asesinato llevará su tiempo. Mientras, en Quintanar de la Orden, casi un año después, no se encuentra explicación a lo ocurrido.
