Hoy se cumplen veinticuatro días desde que un incívico ciudadano depositara en la calle Doña Leonor de Guzmán un saco de escombros.
De nada ha servido a los vecinos del barrio de la Puerta de Zamora desde aquel 7 de diciembre el haber organizado dos mercadillos, un pregón o la entrega de premios a la rehabilitación de fachadas, entre otras actividades, a los que han acudido una buena parte de responsables del equipo de gobierno de Talavera y a los que les ha comunicado este hecho.
Tampoco el haber avisado al Punto Limpio para que viniesen a recogerlo el pasado día 9, o que un camión que podría haberse ocupado de este menester pasase hace unos días al lado sin reparar en el pobre saco abandonado.
Y menos, y ya es raro, que el ya famoso saco de la vergüenza se haya paseado por los muros de las redes sociales sin que ningún concejal corte de raíz la sorna y la imagen de desidia del gobierno municipal.
Y, claro, llegados a este punto no es de extrañar, y menos en la fecha en la que nos encontramos, que un vecin@ guasón/a le haya colocado un cartel contándonos su historia, pidiendo compañía para esta noche tan especial y felicitándonos el Año Nuevo.
“Llevo aquí abandonado desde el día 7 de diciembre. Ya que los del Punto Limpio están avisados y no me quieren recoger necesito compañía para esta Nochevieja y no estar aquí solo. Feliz 2018”, reza un cartel tan extraordinario en su ejecución como lamentable en lo que denuncia.