Está claro que el viernes de Mondas es el segundo día grande de la ancestral fiesta talaverana declarada de Interés Turístico Nacional, por detrás del sábado del Cortejo y por delante el Pregón del Leño Florido.
La programación de citas para ese día contempla el pregón, la hoguera y la pirotecnia, pero el reparto de migas por parte de las asociaciones de vecinos de la ciudad son la principal atracción de la noche.
Como es tradición todas esas asociaciones quisieron convidar a los vecinos de barriada, en particular, y al público asistente, en general, porque a la hora de dispensar un plato de migas elaborado con cariño y dedicación no hay distingos.
Una tradición confraternizadora en la que los artífices no cuantifican el mucho esfuerzo empleado sino que solamente desean que el que se acerque por su gigantesca sartén ofrezca un sonrisa como prenda de agradecimiento.
Y así la Plaza de la Comarca se llenó de talaveranos ávidos de degustar tan característico manjar por estos lares y abrir el apetito para el Gran Cortejo de Mondas del sábado. La amenaza de lluvia está precipitando plegarias a la protagonista de la tarde, la Virgen del Prado, para que no se estropee la fiesta.
Pregón membrillano
En cuanto al pregón, y como se anunció en las Mondas de 2017, correspondió al alcalde la localidad ciudadrealeña de Membrilla oficiarlo.
Manuel Borja quiso destacar la tradición y costumbres que acarrea la Fiesta de las Mondas en la ciudad en un pulcro pregón en el que se identificó totalmente con Talavera, poniendo en un segundo plano la que también es una gran fiesta que plasma la idiosincrasia de su localidad como es la de los Desposorios de la Virgen.
La noticia más importante que trascendió es que Membrilla y Talavera de la Reina quieren formalizar un hermanamiento entre ciudades, por lo que se trabajará para poder llevar a buen puerto este deseo de ambas poblaciones y que convertirá a Membrilla en la octava ciudad hermanada con la de la Cerámica tras las de Dolores Hidalgo y Puebla (Méjico), Bron (Francia), Faenza (Italia), Talavera de la Reyna (Perú), La Serena (Chile) y la española de Plasencia.