La disciplina que cualquier formación política quiere hacer imperar desaparece cuando no se cuenta con cuotas de poder. Así parece manifestarse en el seno del Partido Popular de Toledo, cuyos militantes no asumen que no se consiguiera la alcaldía de la capital regional -cuando consideraban que la candidatura socialista era muy mala- y, lo que es peor, que se perdiera el gobierno de la Diputación Provincial.
A estos últimos comicios generales, los militantes populares toledanos ya llegaron algo tocados porque no se logró revalidar el Gobierno regional. Ahora, tras el 20-D, han comprobado que el PP ha perdido 208.000 votos y observa que desde la dirección provincial del partido no se ha dado un paso aún.
La disidencia interna ya tiene dos culpables. Uno de ellos es la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, a la que achacan que los perdedores de las municipales y autonómicas ejercieran de cabezas de candidaturas en las generales. Es más, censuran la actitud de Cospedal en la noche electoral del 20-D, que se marchó a Madrid y dejó abandonados a los pocos militantes que se dieron cita en un hotel toledano.
Según reconoce uno de estos militantes, esperaban a la presidenta regional del partido para preguntarla quién tomó la decisión de llevar en la candidatura popular, como número dos, a Arturo García-Tizón. Unos opinan que fue idea suya y otros considera que fue Mariano Rajoy el que tomó la determinación, pues el éste último es amigo de Tizón.
El otro culpable señalado es el propio García-Tizón. Dicen que únicamente cuenta con dos apoyos de peso: Manuel Fernández, alcalde de Gálvez, y Emilio Bravo, alcalde de Mora. Consideran que el presidente provincial del PP ha sido el culpable de perder la alcaldía de Toledo y el gobierno de la Diputación por sus excentricidades como presidente de la institución provincial.
Los militantes disconformes con la línea oficial marcada hasta ahora quieren que Tizón dimita como presidente del partido, algo –según creen- que no vería con malos ojos Vicente Tirado, secretario regional. Y, además, no dudan con amenazar que están dispuestos a recoger firmas para que Tizón abandone su escaño como diputado nacional y se lo ceda a Agustín Conde.
