Una gota de sangre, aparecida en la zona de la Curva de los Castaños, ha sido identificada por los especialistas forense como perteneciente a Ángel López Barroso, un vecino de Navamorcuende –de 46 años de edad- que desapareció hace tres meses cuando paseaba por el paraje de El Piélago.
Esta información ha sido proporcionada por Mariano Valdés-Padrón, alcalde de esta localidad de la Sierra de San Vicente, pese que la Guardia Civil mantiene un absoluto hermetismo en las investigaciones que está realizando para esclarecer el suceso.
La búsqueda continúa sobre el terreno en pos de encontrar al desaparecido ante la incertidumbre que padece la familia. Se está sobrevolando El Piélago con helicópteros de la Benemérita y se realizan distintas pesquisas por parte de la Policía Judicial, pero por el momento no han dado el fruto apetecido.
Hay que reseñar que la última vez que se vio a Ángel López Barroso fue a última hora de la tarde del pasado 13 de enero. Poco antes, había dicho a la familia que se iba a dar un paseo por El Piélago, pero no regresó. El desaparecido mide 1,70 metros, tiene el pelo oscuro y vestía un chándal de color rojo en el momento de su desaparición.
