El Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas de Castilla-La Mancha (CERI) ha procedido al anillamiento, y posterior suelta en el Alcázar de Toledo, de tres pollos de halcón peregrino para acabar con la abundancia de palomas, tanto en la ciudad como en el monumento, a los que próximamente se unirá la suelta de otros dos, por lo que –a finales de junio- serán cinco los que sobrevolarán Toledo.
Al acto han asistido Javier Nicolás –delegado de la Junta en Toledo-, José Manuel Martín –director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural- y el general Juan Valentín-Gamazo, director del Museo del Ejército.
“Se trata de una iniciativa novedosa –ha declarado Nicolás- que, además servirá para reintroducir una especie como el halcón peregrino en Toledo, lo que hará que las palomas vayan disminuyendo. Hasta ahora, en la ciudad, para la eliminación de estas aves, se trabajaba con la captura y posterior suelta en otros puntos”.
La Junta tiene intención de llevar este proyecto a otros puntos de la capital regional, por lo que actualmente se mantienen conversaciones con el arzobispo para que cristalice en la Catedral.