Conocida la reciente apertura del expediente municipal con el que el equipo de Gobierno pretende reordenar la zona, los residentes en el número 60 de la avenida del Príncipe de Talavera, inmueble colindante a la antigua piscina de La Solana, quieren que todo el solar que ocupara esta vieja instalación se convierta en zonas verde o una plaza pública con la correspondiente apertura del acceso a la calle Emilio Borrajo. Por tanto, se muestran totalmente contrarios a que el Ayuntamiento autorice una edificabilidaden parte del mismo máxima de 330 metros cuadrados.
Para trasladar este mensaje a la Corporación talaverana ha acudido al Pleno Municipal del mes de junio Pedro Prado en representación de unos vecinos que apelan al hecho de que el conocido como ‘Plan Alvasán’, el plan parcial aprobado en 1972 que permitió la urbanización de la zona y la construcción de las actuales viviendas y la piscina “ya ha prescrito y en todo este tiempo no se ha edificado”. Por ello, en nombre de sus convecinos Prado demanda que el Ayuntamiento que “no autorice ninguna construcción” y “llegue a un acuerdo con la propiedad” para que toda la parcela se convierta “en zona ajardinada y de ocio para los vecinos”.