Desde hace poco más de tres meses la Fundación Aguirre-Patronato Asilo San Prudencio afronta la ambiciosa misión de rehabilitar la antigua Iglesia de Santa Catalina como templo religioso al tiempo que se aprovechan sus cualidades para usos de carácter cultural y turístico a través de la programación de conciertos, exposiciones o visitas.
La emblemática iglesia, conocida popularmente como San Prudencio, perteneció al antiguo convento de Los Jerónimos y cerró sus puertas en 1974, estando catalogada por los expertos como una de las grandes joyas no sólo del patrimonio talaverano, sino de toda la provincia, al ser exponente de la evolucion arquitectónica y cultural desde los orígenes medievales y mudejares, pasando por su explendor renacentista.
Según Noemí Urtiaga, una de las arquitectas responsables del proyecto, ya se han ejecutado alrededor del 20 por ciento de unos trabajos que tienen por finalidad principal frenar los peligrosos daños estructurales y cuyo presupuesto inicial se eleva a 1,5 millones de euros, si bien el avance del proyecto está sacando a la luz importantes hallazgos hasta ahora ocultos y también patologías que pueden incrementar esta cifra.
Por el momento, las obras son sufragadas en solitario por la Fundación San Prudencio. Es por ello que, aprovechando la visita realizada este miércoles por una delegación municipal, con el alcalde, Jaime Ramos a la cabeza y compuesta por representantes del Gobierno, Grupo Socialista y Ganemos Talavera, el administrador de la Fundación, Matías Martín, hacía un llamamiento a las distintas Administraciones para que colaboren económicamente en un proyecto que se confía poder culminar en junio de 2017.
Martín apelaba a la Corporación Municipal para que a través del Pleno del Ayuntamiento reclame al resto de instituciones públicas su implicación con la puesta en valor de San Prudencio.
Por su parte, Jaime Ramos, en su doble condición de alcalde de Talavera y patrono de la Fundación Aguirre junto a los párrocos de Santiago y Santa María la Mayor, aseguraba estar “abierto a cualquier tipo de convenio en el que el Ayuntamiento esté respaldado por la Diputación y la Junta de Comunidades”, administraciones que, advierte, cuentan con mayor presupuesto y capacidad económica que las arcas municipales.
Valiosos hallazgos
Junto a Martín y Urtiaga, que incidía en las peligrosas grietas y daños estructurales que amenazan el templo, tanto en la fachada sur como el interior, la visita municipal también ha sido guiada por el arqueólogo Marcos Muñoz, quien, entre otros descubrimientos realizados hasta el momento destacaba la aparición de restos de la cimentación original y la iglesia primitiva del siglo XIV, de siete frescos actualmente en estudio en la sacristía de cantería ó la cripta bajo el altar mayor, utilizada en su día para los enterramientos conventuales. En definitiva, “valiosos tesoros”, como eran definidos por Matías Martín, cuya puesta en valor no sólo encarecerán el proyecto final, sino que enriquecen aún más uno de los templos más emblemáticos de Talavera