Como reflejan muchos de los vecinos que todavía asombrados miran y remiran la desoladora estampa que presenta la parroquia de San Juan de Avila, “parece que pasó un terremoto” sobre un edificio que desde esta madrugada permanece acordonado ante el peligro de que se reproduzcan los derrumbes producidos minutos antes de las cuatro de la mañana.
Son los técnicos del Ayuntamiento los que se han encargado de realizar un primer análisis de la ‘iglesia redonda’, como es conocida popularmente en Talavera, a fin de determinar los daños ocasionados y las posibles causas del “fallo estructural” que desencadenó el desplome de la techumbre. De igual manera, los informes habrán de determinar la viabilidad futura de un edificio abierto al culto hace 35 años.
Aunque este estudio no ha culminado, el arquitecto municipal, Gonzalo Bauluz, apunta que todo hace indicar que “un fallo estructural” provocó la caída de la cúpula del templo y fruto de ello minutos después corría la misma suerte la cubierta y arrastrados por ésta buena parte de los muros perimetrales y también zonas interiores.
Según confirma a Ahoraclm el vicario de la ciudad, Felipe García, uno de los puntos del interior más afectados ha sido el presbiterio, espacio que circunda al altar que habría quedado reducido a escombros.
Mientras tanto, el vicario y el párroco de San Juan de Avila, Luis Mariano Gómez, ya se han puesto manos a la obra a fin de buscar posibles alternativas a la obligada clausura de una iglesia que atiende a un entorno urbano que ronda los 10.000 habitantes.
Visiblemente emocionado, a las puertas de su parroquia ante la imposibilidad de acceder al interior Luis Mariano Gómez ha dado “gracias a Dios porque a esas horas no había nadie en la iglesia”, señalando que en la última misa del domingo celebrada a las 8 de la tarde se reunieron 300 fieles.