La visita nocturna que se realizará hoy a la catedral de Toledo marca el inicio de la conmemoración del quinto centenario de la muerte del Cardenal Cisneros. Un itinerario, diseñado para 250 personas, que asisten a las a las jornadas de pastoral que también abrirá hoy el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez.
Los asistentes recorrerán los espacios y capillas de la catedral relacionados con Cisneros y su obra. A este arzobispo se le debe la reforma del altar mayor de la catedral, para dignificar la liturgia, y además proyectó una nueva custodia para procesionar, regaló una nueva sala capitular para las reuniones del cabildo e ideó un espacio como capilla mozárabe para salvar este culto hispanovisigodo.
También construyó un piso –sobre el claustro de la catedral- para favorecer la vida común de los canónigos, en una de cuyas estancias se emplazó el archivo catedralicio, que mandó proteger. Cisneros supo aprovechar las ventajas de la reciente imprenta y protegió la edición de libros, en particular la Biblia Políglota, que fue el gran proyecto intelectual de su vida.
Se trata de obra en seis tomos, cuatro lenguas -latín, hebreo, griego y arameo- y 600 ejemplares que será expuesta con otros libros en el Archivo de la Catedral. Gonzalo Jiménez de Cisneros fue un humilde franciscano, hijo de hidalgos pobres, que fundó la universidad de Alcalá, según ha recordado el actual arzobispo toledano.
El itinerario que se realiza esta noche estará guiado por la historiadora Pilar Gordillo, colaboradora cultural del Arzobispado, y los guías Jaime Moraleda y Enrique Galdeano.
