El Área de Salud y Bienestar Social de la Diputación de Toledo, que dirige el vicepresidente Tomás Villarrubia, ha traslado a la última Junta de Gobierno provincial el convenio de colaboración con Unicef Comité Castilla-La Mancha para el desarrollo del proyecto de emergencia ‘Terremoto en México’, con la finalidad de ayudar a los niños que se han visto afectados por el terremoto.
El acuerdo ha sido suscrito entre el presidente de la Diputación provincial, Álvaro Gutiérrez, y la presidenta de Unicef Comité Castilla-La Mancha, Asunción Díaz, y su objetivo prioritario es atender los derechos y necesidades de la infancia afectada por el potente terremoto, de 7.1 en la escala Richter, que sacudió México el pasado 19 de septiembre.
La Diputación provincial, a través del Área de Sanidad y Bienestar Social, aportará la cantidad de 20.000 euros para contribuir a la acción de la Fundación Unicef en México, como entidad sin ánimo de lucro y representante del Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia.
El Gobierno de Álvaro Gutiérrez favorece con el convenio suscrito la aportación económica para ayudar a la provisión de agua potable y letrinas portátiles, así como la distribución de suministros de higiene personal.
También permitirá asegurar mecanismos de protección de los niños contra el abuso, el maltrato y la explotación, y ofrecer atención psicosocial.
La labor de Unicef en México creará espacios temporales de aprendizaje para que los niños puedan continuar con su educación, y distribuirá diferente material educativo.
426 escuelas dañadas
La situación en México tras el terremoto ha despertado la cooperación internacional, y la Diputación de Toledo no es ajena a esa necesidad imperiosa de ayuda, pues no en vano se han detectado 426 escuelas dañadas y se contabilizan 5 millones de niños afectados por la tragedia.
Es por eso que la Diputación de Toledo quiere contribuir en los trabajos llevados a cabo por Unicef para llegar a niños afectados con lo necesario en materia de agua, saneamiento, nutrición, salud, educación y protección.
La institución que preside Álvaro Gutiérrez se suma, de este modo, a los equipos de Unicef que trabajan a contrarreloj en el país mexicano, junto al gobierno federal, otras agencias de Naciones Unidas y organizaciones locales e internacionales, para responder de forma inmediata a las necesidades de los niños que están sufriendo las consecuencias del terremoto.
