Desde el mismo día del domingo de Resurrección, y como dicta la tradición, La Nava de Ricomalillo disfruta con sus fiestas en honor a la Virgen del Amor de Dios.
Son ya 75 años los que se conmemorando esta jornada, el domingo de Resurrección, para recordar los terribles hechos que acaecieron en 1943, cuando una tromba de agua arrasó parte del pueblo y del cementerio, que está junto al lecho de un arroyo.
Después de la misa un grupo de naveros sube a lo alto del Cerro del Mogorro para colocar allí una bandera con estampas bendecidas y rogar para que las tormentas pasen de largo.
Con el objetivo de no olvidar aquellos hechos y de mantenerlos vivos en la memoria de los naveros, el ayuntamiento presidido por su alcalde Rufino Muñoz, hace cinco años que decidieron realizar ese mismo día, una prueba deportiva abierta a todos, para coronar la cima del emblemático cerro de La Nava de Ricomalillo tras una dura pendiente de cerca de 3 kilómetros.
Las fiestas en honor a la Virgen del Amor de Dios continuarán durante toda la semana con un sinfín de actos y eventos que tienen su día grande este miércoles 4 de abril, con la procesión de la patrona y la participación de todos los vecinos.