El preso de ETA, Jesús María López González, ha salido este miércoles del penal de Ocaña tras cumplir veinte años de cárcel por dar a otro terrorista una pistola e información sobre el policía José Álvarez Suárez, que fue asesinado en octubre de 1989 en San Sebastián.
López González, de 73 años y natural de San Sebastián, ha abandonado esta mañana la prisión de Ocaña donde le esperaban amigos y allegados, han confirmado a Efe fuentes de Etxerat, la asociación de familiares de presos de ETA.
La Sección Primera de la Audiencia Nacional consideró probado en una sentencia notificada el 17 de febrero de 1999 que en septiembre de 1989, y siguiendo las directrices de ETA, López González, alias Txuma, encomendó a Francisco Javier Balerdi que diese muerte a un policía, y para ello le entregó una bolsa con una pistola y le señaló a la víctima en San Sebastián.
El policía fue asesinado por Balerdi el 6 de octubre de 1989 de un tiro en la cabeza en la zona del mercado de La Bretxa de la capital guipuzcoana.
El arma
Durante el juicio, Balerdi aseguró que el arma y la información le habían sido facilitadas por el etarra Valentín Lasarte y que había implicado a López para proteger a otros miembros de ETA.
El tribunal consideró que ninguno de los testimonios resultaba verosímil porque parecían “responder a un intento de exculpar a un compañero a costa de otro miembro de la banda terrorista al que nada le afectaba la nueva condena por las que ya tenía acumuladas”, y condenó a López González a 30 años de prisión como responsable en concepto de autor de un delito de atentado con resultado de muerte con las agravantes de premeditación y alevosía.
López González había huido a México en 1991 y fue expulsado del país americano a España en abril de 1998, tras lo cual la Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión.