El último juicio contra Susana Guerrero ha quedado visto para sentencia en el Palacio de Justicia de Talavera.
Este jueves, en la vista se dilucidaba si la conocida popularmente como ‘la madre coraje de Talavera’ es culpable de cometer un delito de desobediencia grave y merecedora de una pena de año y medio de prisión -como solicitó la Fiscalía- por incumplir el régimen de visitas del que gozaba el progenitor de su hija Naiara.
O si por el contrario, Guerrero actuó en consonancia al negarse a entregarla a F.M. desde que se detectó que la niña podría estar sufriendo abusos durante esas visitas, circunstancia que quedó demostrada en el juicio del pasado mes de marzo. “Yo lo único que he hecho como cualquier madre es proteger a mi hija de un pederasta de manual y un depredador sexual, y así no poder ser “acusada de delito de omisión”.
En este sentido, cabe recordar que la terrible historia de Susana Guerrero arranca cuando ella tenía 13 años y cayó en manos de este hombre, que fue condenado por pederastia en 2008. Durante años, según ha manifestado en reiteradas ocasiones, fue violada, secuestrada y anulada. Fruto de esa tormentosa relación nació Naiara, “y no estoy dispuesta a que arruine su vida igual que lo hizo con la mía”, ha enfatizado Guerrero.
Un trago
“Pocas veces me he derrumbado”, reconoció Guerrero a eldiario.es, pero le ocurrió y ante la misma magistrada que puso fin al “calvario” que significó ser acusada de denuncia falsa y simulación de delito, cuando puso en conocimiento de la justicia esos presuntos abusos sexuales, luego confirmados, que estaba sufriendo su hija.
Una magistrada, de la que ‘la madre coraje’ ha haber vuelto a sentir “humanidad y empatía. Me he sentido escuchada otra vez, algo que en tantos años de lucha no he vivido. Pero no quiero que dicte con el corazón sino con la justicia y la ley”
Absolución y lucha
‘La madre coraje’ salió esperanzada del juicio aunque afirmó que “tengo claro que mi lucha no acaba aquí, aunque sea absuelta voy a volver a denunciar a este señor por abusos sexuales a mi hija”.
En este sentido, Susana Guerrero cree que F.M. “ahora no tiene escapatoria, se tiene que enfrentar con el relato de su propia hija” y “existen informes que lo demuestran”.
Activista en la lucha contra la pederastia
Por otra parte, Susana Guerrero reconoció a la salida de la vista que pretende contribuir a la lucha activa contra la pederastia y ante situaciones de violencia sexual a menores.
Por ello quiere empezar a dar charlas en los colegios para que los propios niños puedan identificar cuando se cometen abusos sexuales también en la familia.
Por último, no quiso dejar pasar por alto el trato dispensado por “algunos medios” a sus causas judiciales. Mi caso no es un caso de violencia de género, es un caso de pederastia, a mí me violó”, recalca ‘la madre coraje de Talavera’, que ha recordado que el padre de la menor está “imputado por presunta agresión sexual contra ella y presuntos abusos sexuales hacia su hija”.
