Los higos que se cosechan en el municipio de Cebolla y localidades cercanas llevarán una sello de calidad distintivo a la hora de comercializarlos en España y allende nuestras fronteras.
Y es que ‘Aceites y Frutas Sociedad Cooperativa’ de la población cebollana ha registrado para tal fin la marca ‘La Mañosa’, en un guiño a un pueblo ya desaparecido que se ubicaba cerca de Cebolla y del que hoy solamente se conserva su ermita de San Blas, según ha manifestado a EFE el gerente de la cooperativa, Diego Fernández.
Fernández ha desvelado que ya están en conversaciones con el Ayuntamiento cebollano para que les ayude en los trámites pertinentes para oficializar su definitiva creación, unos trámites más sencillos que los de una Denominación de Origen (D.O.), contemplada en principio pero desestimada finalmente por su “complicación”.
Con esta marca de calidad, la cooperativa, que agrupa a unos 700 socios de Cebolla y de otras localidades como Montearagón, Lucillos, Los Cerralbos o Mesegar de Tajo, pretende dar un paso más hacia adelante en su apuesta por la producción y comercialización de higos.
Año difícil
La campaña de este año se ha iniciado con cierto retraso respecto a la de 2017 por culpa de las variaciones climatológicas del presente verano, debido a que las bajas temperaturas registradas en julio afectaron a los árboles cuando empezó a brotar el fruto.
Asimismo, el gerente ha señalado que el extremo calor de agosto tampoco ha terminado de ayudar a la maduración de los higos, aunque se ha mostrado esperanzado ante la posibilidad de que las cosas mejoren antes de la llegada de septiembre, que es cuando tienen previsto terminar la cosecha.
La mayor parte del producto que pasa por la cooperativa de Cebolla se envía a Madrid para elaborar mermeladas, confituras o congelados, así como a Extremadura, donde las conserveras aprovechan los higos secos que caen del árbol y se recogen ya en el suelo.
Otros productos
En la agrupación de agricultores cebollana también se encargan de comercializar ciruelas, almendras, brevas y aceitunas, por lo que la actividad arranca en la temporada estival “y ya no paramos hasta el mes de marzo”, ha subrayado su gerente.
Para desarrollar de manera más eficaz el trabajo, las instalaciones se han reforzado con la contratación de entre 7 y 8 trabajadores nuevos, que se encargan, sobre todo, de la selección de los frutos que luego se van a distribuir.
Además de la recolección del higo, en estos momentos la cooperativa está inmersa en la de la ciruela, “que está siendo algo mejor que el año pasado”, ha concluido Fernández.