La Consejería de Fomento, a través de la entidad pública Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, está llevando a cabo las actuaciones necesarias en el bombeo del embalse de Picadas para proceder a la reparación de las bombas sumergibles de agua bruta de la estación de captación y recuperar su rendimiento óptimo, tras haberse detectado a inicios de este año una disminución del mismo.
El director gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo, ha visitado esta semana la estación para conocer in situ los trabajos realizados con la primera bomba, cuyo rendimiento, como ha indicado, “ya ha aumentado tras las mejoras en un 25 por ciento”.
Las actuaciones fueron aprobadas hace unos meses por el Gobierno regional y alcanzará una inversión cercana al millón de euros, donde se llevará a cabo unos trabajos que requieren un proceso altamente especializado en su ejecución y que supondrán un beneficio importante para uno de los mayores sistemas de abastecimiento de la región, sin que los ciudadanos se vean afectados, ha explicado Luengo.
El objetivo de estas actuaciones de mejora, ha dicho el responsable de la Agencia del Agua regional, “es garantizar la demanda especialmente en periodos de máximo consumo, como es el que nos encontramos actualmente, en plena época estival. Y también aumentar el rendimiento de cada bomba y ampliar su vida útil”.
Estas bombas captan el agua bruta en el embalse de Picadas, se transporta hasta la potabilizadora del sistema (situada en el término municipal de Valmojado), y desde allí se distribuye por las conducciones hasta los depósitos municipales.
600 litros por segundo
Hay que tener en cuenta que cada bomba impulsa 600 litros/segundo, aproximadamente, y con dos funcionando a la vez, son unos 1000 litros, un metro cúbico por segundo, “lo que nos da la idea de la gran potencia y capacidad de cada una de ellas para que los ciudadanos no notemos ningún corte o mínima deficiencia en el suministro y tengamos agua siempre en nuestras casas”.
Por eso la necesidad de un trabajo tan especializado y cuidadoso, pues al funcionar 24 horas de forma alternativa en función de la demanda de agua, se necesita que todo el sistema esté al cien por cien, ha explicado Antonio Luengo.
La reparación ha sido minuciosa teniendo que extraerse la bomba de su ubicación en planta y su transporte a un taller, donde se han limpiado todas las pequeñas piezas que se encontraban corroídas y procedido a la renovación de las necesarias.
Actualmente ya se ha terminado de arreglar la primera bomba y, como ha asegurado el director gerente, “se ha observado ya la mejoraría en un 25 por ciento de su rendimiento respecto a su caudal nominal. Nos hemos marcado como plazo para la actuación en la segunda bomba cuando termine el verano, cuando bajen los consumos en el mes de septiembre, para proceder a extraerla y llevar a cabo a su reparación, en las mismas condiciones que la primera, optimizando el tiempo de arreglo”.
Es una actuación muy importante, ha añadido, porque con el arreglo de las bombas también se va a producir un importante ahorro energético en el sistema de captación.
Como ha explicado Luengo, a partir de ahora será fundamental llevar a cabo un mantenimiento preventivo adecuado para poder duplicar la vida útil de las bombas y “que tengan el mejor rendimiento tanto en periodo estival, como de cara a futuro, teniendo en cuenta el desarrollo en cuanto a las planificaciones urbanísticas, a nivel industrial o residencial, para garantizar el abastecimiento en las mejores condiciones, un objetivo que nos hemos marcado en el Gobierno del presidente García-Page”.
Mejorar el abastecimiento
Luengo, que ha estado acompañado durante la visita por técnicos tanto de la Agencia del Agua, como de Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha, así como representantes de la UTE encargada de la explotación, ha recordado que estas mejoras se suman a las realizadas en el año 2017 en todo este sistema, cuando se puso en servicio la conducción que completa el abastecimiento desde el embalse de Picadas y refuerza el suministro de agua potable a 30 municipios de la comarca de La Sagra y a Toledo capital. Una actuación fundamental cuya obra estaba parada desde 2011.
El sistema Picadas abastece a cerca de 300.000 habitantes de la ciudad de Toledo y el norte de esta provincia: Alameda de la Sagra, Añover de Tajo, Bargas, Borox, Cabañas de la Sagra, Carranque, Casarrubios del Monte, Cedillo del Condado, Cobeja, Esquivias, Illescas, Lominchar, Magán, Mocejón, Numancia de la Sagra, Olías del Rey, Palomeque, Pantoja, Recas, Seseña, Ugena, Valmojado, Villaluenga de la Sagra, Villaseca de la Sagra, El Viso de San Juan, Yeles, Yuncler, Yunclillos y Yuncos.