El Festival Internacional de Jazz de Toledo ha registrado la cifra de más de 11.000 espectadores durante los cuatro días de conciertos de la vigésimo segunda edición del certamen, que se ha celebrado entre el 25 y el 29 de septiembre.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Toledo, Teo García, ha realizado un balance de esta actividad de la que ha destacado que “ha roto todas las expectativas” y que gracias al nivel y calidad del programa y al seguimiento realizado por medios de comunicación local, nacional e internacional, “se ha convertido en un referente de este género musical.
El edil ha indicado que esta edición ha sido “un auténtico alegato en defensa, reconocimiento y homenaje de los derechos humanos de la mujer africana” y por lo tanto “un decálogo a favor de la igualdad”.
En este sentido, ha dicho que la presencia de Tsidii Le Loka, la cantante sudafricana que ha heredado el legado ético de la activista Miriam Makeba, ha permitido “potenciar las actuaciones” con una conferencia multitudinaria y con un concierto, acompañada del maestro Yuvisney Aguilar y la Afrocuban Jazz Quartet, que llegó a concentrar a más de 3.000 personas la noche del sábado en la plaza del Ayuntamiento.
Frente a la Catedral
Un día antes, el saxofonista decano del género en España, Pedro Iturralde, también ofreció un concierto único frente a la Catedral de Toledo a sus 90 años, seguido por 2.500 espectadores.
Otra de las novedades de esta edición ha sido el concierto “inédito” de algunos de los mejores estudiosos del jazz de la ciudad agrupados como ‘Toledo Internacional Jazz Ensemble’, que consiguió despertar el interés de unos 1.500 espectadores, ha resaltado García.
También hubo “lleno absoluto” el jueves por la tarde en el Círculo de Arte con el espectáculo narrativo musical de Alain Romans, previo al pasacalles de la ‘Madrid Hot Jazz Bandpor’ por las principales calles del Casco Histórico recreando el mítico ambiente de New Orleans.
La ‘WSA Big Bang & John O’brian’ puso el colofón final este domingo con una muestra del mejor jazz internacional para más de 1.000 seguidores incondicionales del género, en el que se unieron claqué en el escenario, las jóvenes promesas y el swing en el público.
