La muerte, en forma de coronavirus, se ha llevado para siempre al empresario Octavio García después de estar varias jornadas ingresado en el toledano hospital de la Virgen de la Salud.
Octavio nos deja a los 67 años de edad y sumidos en una gran tristeza a sus muchos amigos –entre los que se encuentran los que diariamente hacemos este periódico- y a su familia. Natural de Toledo, Octavio García era muy conocido en la geografía comercial provincial por ser parte de las prestigiosas empresas Refricon y Distribuciones García, que distribuyen congelados y productos cárnicos.
Él y su socio Juan de Dios hicieron nacer estas entidades en Torrijos y, más tarde, las consolidaron en Santo Domingo Caudilla. Paulatinamente se unieron otros socios y las empresas crecieron.
Espíritu emprendedor
Además de su compromiso con Refricón y Distribuciones García, Octavio también ha hecho sus pinitos en el mundo de la hostelería al regentar, junto a su mujer, un bar restaurante en Valdeozores y otro en la ciudad de Toledo. Octavio era un hombre inquieto, siempre estaba ideando la puesta en marcha de nuevos negocios como fruto de su espíritu emprendedor.
Bromista, amigo de sus amigos, y gran conversador, son los parámetros que mejor definen al hombre que se acaba de marchar y del que sus restos permanecen en el tanatorio de Torrijos. Descansa en paz, amigo Octavio, y vaya desde aquí nuestro más sincero pésame a tu familia.
