Castilla-La Mancha solicitará pasar a la fase 1 del plan de desescalada a partir del 11 de mayo, después de que la curva de la pandemia por Covid-19 haya ha evolucionado “hacia abajo” en las últimas semanas, por lo que se ha considerado que la región está en disposición de acometerla “con toda la prudencia”.
Así lo ha confirmado este martes la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, a preguntas de los periodistas acerca de si Castilla-La Mancha iba a realizar esta petición, para la que las autonomías tienen de plazo hasta este miércoles.
Fernández ha explicado que se ha terminado la evaluación de los indicadores que se han solicitado, relacionados con la capacidad asistencial y la vigilancia epidemiológica, “que actualmente ya cumplimos”.
En este sentido, ha destacado que en Castilla-La Mancha ha bajado “mucho” el índice de contagios en las últimas semanas y está “por debajo de la media nacional en nuevos casos”.
La pandemia ha evolucionado con una curva “claramente hacia abajo”, ha asegurado la portavoz del Ejecutivo autonómico, quien ha añadido que estos datos permiten que la región solicite pasar a la fase 1, pues ha considerado que está en disposición de acometerla “con toda la prudencia”.
Prórroga del estado de alarma
Preguntada también acerca de la posición de Castilla-La Mancha en caso de que no salga adelante una nueva prórroga del estado de alarma, Fernández ha afirmado que el Gobierno regional se coordinaría con el Ministerio de Sanidad porque entiende que “esa es la forma de hacer las cosas”.
“Lo responsable es apoyar al Gobierno en esta petición”, ha subrayado la portavoz, quien ha hecho hincapié en que las comunidades autónomas siguen gobernando, “pero hay decisiones que hay que colegiar, que compartir y que, en última instancia, le corresponden al Ministerio”.
“Entendemos que esto debe seguir siendo así”, ha defendido Fernández, para quien “el diálogo constante y permanente con las comunidades autónomas debe fluir porque la gobernanza en España es compartida”.
Si bien, ha incidido en que: “Si lamentablemente se impone la precipitación e irresponsabilidad de no apoyar el estado de alarma, nosotros nos seguiremos coordinando con el Ministerio”.
Ha opinado que la coordinación es “imprescindible” y ha destacado: “Hoy no importan los votos, no importa la aritmética parlamentaria, lo único que importa es la salud y la vida e inmediatamente después, la supervivencia del tejido productivo de nuestro país y de Castilla-La Mancha”.
