Marcos Linares ha sido el nombre propio en la novillada mixta sin picadores que se ha celebrado en la localidad toledana de Añover de Tajo. Se lidiaron reses de la ganadería de Polo Saiz para el rejoneador Juan Manuel Munera, el triunfador del certamen Promesas de Nuestra Tierra –Alejandro Peñaranda– y el triunfador del certamen de escuelas andaluzas –Marcos Linares-. Una novillada en la que se han cortado un total de ocho orejas y se ha lidiado un extraordinario encierro de la ganadería de Polo Saiz.
Abrió la tarde Juan Manuel Munera ante un novillo muy encelado, que le sirvió para mucho en el caballo. Sobre todo para esa emoción que se busca en el mundo del rejoneo, dejando pasadas de gran mérito pegado a tablas. Hasta tal punto de acometer el novillo con el hocico hacía el caballo. Dando un buen espectáculo y cortando una oreja de su animal, tras haber estado algo desafortunado con el rejón de muerte.
Su segundo de su lote -cuarto de la tarde- fue un astado más hecho y más cuajado. Pero por el contrario fue mucho más parado en el caballo. Munera puso todo de su parte y arriesgó buscando al animal cerca de las tablas para tratar de encelarle.
Sobre todo, buscando la colocación con el caballo y estando muy templado con él. El mérito y las ganas le dieron como premio una nueva oreja, tras estar también certero con el rejón de muerte.
Alejandro Peñaranda, la sensación del certamen Promesas de Nuestra Tierra, llegaba a Añover con ganas de ser visto por el público presente. Peñaranda desplegó su toreo con el buen novillo de Polo Saiz, pero sin llegar a arrimarse y ceñirse ante el animal. Toreo al natural aunque algo despegado, otorgando temple con su muleta y entrando a matar muy recto, pero algo defectuosa la espada. Cortando dos orejas algo excesivas.
Al quinto, que le premiaron con una vuelta al ruedo al novillo inexplicable, Peñaranda le terminó errando con los aceros. Inexplicable porque hubo hermanos mucho mejores en la tarde y con mejor embestida y calidad en ésta. Además, nadie del público pidió la vuelta al novillo y todo resultó extraño.
Como extraña resultó la vuelta al ruedo que decidió dar por su cuenta Peñaranda, siendo protestada por parte de los aficionados. El albaceteño se pasó ligeramente de faena, planteada al natural, y le terminó sonando un aviso.
Marcos Linares fue la sensación grande de la tarde. Claramente ganó ese duelo de mano a mano frente a Peñaranda. Linares se notó un punto más por encima de su rival, hablando artísticamente.
Con ganas, valentía y desparpajo acabó atrapando al público presente. Con la capa estuvo cumbre en ambos novillos dejando bonitas verónicas y medias de cartel. Y es que Linares tiene corte de torero artista y lo volvió a dejar reflejado en el ruedo una vez más. Correcto con la muleta y administrando al de Polo Sainz por ambos pitones, aunque lo mejor llegó con la estocada. Se tiró a matar de verdad y lo mató con la espada en todo lo alto.
Con el sexto y último que cerraba plaza, y con una lidia algo descontrolada, Linares anduvo algo más acelerado con la muleta. Quizás le faltó dejar respirar un poco más al novillo y administrarle bien los tiempos. A pesar de ello y su pronta juventud, Linares protagonizó pasajes de bella factura y volvió a dar un recital de como se matan los toros con los aceros, lo que le permitió cortar dos orejas más. Sumando un total de cuatro y siendo el claro triunfador de la tarde.
Ficha del festejo
Plaza de toros de Añover de Tajo. Aforo medio de las localidades permitidas y gran medida de seguridad en todas las puertas de la plaza. Se tomó la temperatura al personal y se dictó el uso obligatorio de mascarilla.
Juan Manuel Munera: oreja y oreja
Alejandro Peñaranda: dos orejas y vuelta al ruedo
Marcos Linares: dos orejas y dos orejas
