Dos temporadas después- tras pasar una en el Ebro y otra en el Calahorra-, el futbolista que enamoró en Talavera, Víctor Andrés, vuelve al fútbol provincial. Y lo hace al CD Toledo, un buen refuerzo para el centro del campo, ya que es un jugador eminentemente creador, desequilibrante y que puede actuar tanto de interior como de media punta.
Tiene 32 años y nació para el mundo del fútbol en las categorías inferiores del Real Valladolid, aunque donde se destapó fue en el Numancia en la Segunda división A. Aquí actuó durante cuatro temporadas tras debutar de la mano de Gonzalo Arconada, aunque también fue un fijo en las alineaciones con Unzué y Machín.
Casi 250 partidos en Segunda B
Después comenzó su periplo en la Segunda B, categoría en la que ha disputado casi 250 partidos. Además del Valladolid B, ha defendido las elásticas del Salamanca, Cultural Leonesa, Astorga y Jaén, equipo del que llegó para firmar por el Talavera.
Tras su paso por la Ciudad de la Cerámica recaló en el Ebro y la pasada campaña la pasó en el Calahorra, conjunto en el que disputó veintidós partidos, catorce como titular.