La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tiene previsto congelar el techo de gasto para los presupuestos regionales de 2022 y rondará los 7.500 millones de euros, mientras que el déficit de las cuentas públicas para el próximo año se situará en el 1,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha expuesto estos datos en una rueda de prensa ofrecida este lunes en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades, tras una reunión con el presidente del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page; el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, y la portavoz del Gobierno castellanomanchego y consejera de Igualdad, Blanca Fernández.
Ruiz Molina ha subrayado que en las cuentas públicas de 2022 se han fijado dos objetivos principales, por un lado “seguir atendiendo las consecuencias sociales y económicas derivadas de la crisis sanitaria”, lo que implica “seguir fortaleciendo el estado de bienestar” y, por otro lado, que el presupuesto “favorezca el crecimiento económico y, para ello, favorecer la creación de empresas, que es la forma habitual para la generación de riqueza y empleo”.
El consejero de Hacienda ha señalado que, puesto que el primer paso para la elaboración del presupuesto es la aprobación del límite máximo de gasto no financiero, el denominado “techo de gasto”, el Gobierno regional ha acordado proponer una congelación del dicho techo de gasto para 2022 con respecto a 2021, que ascendió a 7.562 millones, por lo que ha estimado que el límite de gasto no financiero rondará los 7.500 millones.
Asimismo, ha calculado que el déficit de las cuentas públicas para 2022 será del 1,1 por ciento del PIB y ha reclamado al Estado que habilite también para el próximo año, como ya hizo en 2021, un fondo covid para hacer frente a los gastos derivados de la pandemia, por lo que ha avanzado que si finalmente se incorpora dicho fondo, el déficit podría ser del 0,6 por ciento, tal y como ha recomendado el Ministerio de Hacienda.
Ruiz Molina ha señalado que, durante la reunión, el presidente autonómico ha expuesto una serie de instrucciones “claras” para la elaboración del presupuesto, tanto para la Consejería de Hacienda como para el resto de departamentos, y ha indicado que la primera ha sido “rigor financiero y responsabilidad financiera” en el manejo de los fondos públicos, si bien ha aseverado que esto se viene haciendo desde hace seis años.
Otras instrucciones
La segunda instrucción de García-Page, que según Ruiz Molina ha sido “la principal, un mandato”, es que no se aplique “ningún recorte y no dejar a nadie atrás, fundamentalmente en los sectores más afectados por la crisis sanitaria, desde el punto de vista social y económico”.
Y la tercera instrucción ha sido “seguir reclamando a la Administración del Estado un fondo covid”, toda vez que seguirá habiendo gastos extraordinarios derivados de la pandemia, y se ha mostrado convencido de que todas las comunidades autónomas reclamarán esta aportación.
El consejero de Hacienda ha indicado, asimismo, que los fondos extraordinarios europeos por la covid-19 están al margen del presupuesto y ha recordado que estas cuantías tienen dos objetivos fundamentales, que son favorecer la transición verde y la transformación digital tanto en el sector público como privado.
“Afrontamos estos fondos como una oportunidad para transformar el tejido productivo de la región, haciéndolo más verde” e impulsando la transformación digital, ha sostenido Ruiz Molina.
El consejero de Hacienda ha informado de que el objetivo del Gobierno regional es llevar el techo de gasto para su aprobación en las Cortes regionales “cuanto antes” para poder iniciar la tramitación del presupuesto de 2022, con el horizonte de que entre en vigor el 1 de enero del próximo año, tal y como ha ocurrido desde que el PSOE gobierna con mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, ha resaltado Ruiz Molina.
