Tras el primer podio de la temporada en Catalunya, este domingo Álvaro Bautista ha vuelto a saborear las mieles de los cajones de honor en el circuito de Jerez ‘Ángel Nieto’.
Un gran premio marcado por la tragedia, tras la muerte el sábado del joven piloto de 15 años Dean Berta Viñales en la prueba de Supersport 300, que deparó la suspensión de las carreras de ese día y que eliminó del calendario la Superpole Race a 10 vueltas en el Campeonato del Mundo de Superbikes.
Así, Bautista afrontó la Race 1 y la Race 2 en la jornada dominical logrando un quinto y un tercer puesto que confirma la progresión de las últimas semanas –curiosamente desde que se anunció su retorno a Ducati– y que le hace marcharse de Cádiz en un noveno puesto de la general, a un punto del octavo, y con perspectiva de escalar algún puesto más hasta el fin del campeonato.
De bien a mejor
En la Carrera 1, Bati salió noveno, pronto se colocó quinto y pilotó hasta la bandera a cuadros en tierra de nadie, sin presión por detrás y sin posibilidades de recortar los cinco segundos con el cuarteto de cabeza.
Ese quinto puesto le aupó a la sexta plaza en la parrilla de la Carrera 2 en la que volvió a demostrar que si su Honda CBR1000RR-R Fireblade tiene agarre en el tren trasero es capaz de luchar de tú a tú con los mejores.
Y así, adelantó en carrera con todas las de la ley al aspirante a revalidar por séptimo año consecutivo el título del WSBK, Jonathan Rea, y a los italianos Rinaldi y Locatelli, principales outsider de este año junto a Redding, en ese duelo entre el irlandés y el turco Razgatloglu.
Un tercer puesto más que brillante en una carrera tras la cual el talaverano manifestó haber disfrutado y estar “muy contento” por la “recompensa al trabajo” realizado en su box.
Asimismo, Bautista reconoció, apenado, que la jornada no había sido fácil por esa tragedia vivida por el fatal accidente de Dean Berta Viñales.
La undécima ronda del WSBK tendrá lugar el próximo fin de semana en el Autódromo Internacional del Algarve, en Portimão, Portugal.