Las obras que se ejecutan en la calle Reyes Católicos, en el Casco Histórico de Toledo, han permitido descubrir un pozo judío que data de 1720 y fue clausurado en 1967, cuyo brocal era el del conocido Pozo Amargo que se encuentra actualmente en el lugar.
Según ha explicado la portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Toledo, Noelia de la Cruz, el pozo fue hallado en la tarde de este miércoles por el equipo de arqueólogos que trabaja en las obras de remodelación del firme de la Judería, que ya ha dado parte del hallazgo a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, según ha informado el Consistorio toledano.
De la Cruz ha precisado que el hallazgo se produjo al detectar la cubierta de hormigón que protegía el antiguo pozo, que los técnicos procedieron a ubicar en planta y a través de sus diferentes secciones, así como a protegerlo con un recubrimiento de geotextil y una plancha metálica y recubrimiento para salvaguardarlo.
Asimismo, ha indicado que el pozo está datado en 1720 y fue clausurado en 1967, y que su brocal es el que actualmente se encuentra en el actual Pozo Amargo, al que da nombre a una de las leyendas más conocidas de la ciudad, sobre los amores del cristiano Fernando y de la judía Raquel.
Fernando murió al caer al pozo después de que el padre de Raquel le clavara un puñal, por lo que su amada acudía todas las noches a llorarlo, hasta el punto de que las aguas empezaron a ser amargas, hasta que ella misma cayó al fondo, en el que según la leyenda descansan los dos.
Un profundidad de nueve metros
El pozo que se ha hallado tiene un diámetro de 6 metros y una profundidad de 9 metros, así como 5 metros de lámina de agua.
Los indicios apuntan a que se trataría de un pozo público, en el que “la gente se abastecía de agua para uso diario”, según la hipótesis de los técnicos que están analizando el hallazgo.
En este sentido, la portavoz del Gobierno local y a la vez concejala de Obras del Ayuntamiento de Toledo, ha señalado que el descubrimiento no afectará a la ejecución de la obra de Reyes Católicos, que continuará como estaba previsto.
También ha señalado que el Ayuntamiento ha procedido a preservar, proteger y documentar el hallazgo, según el protocolo diseñado por la Concejalía de Urbanismo, y ha aclarado que el pozo no va a poder ser visitado, debido a la imposibilidad de acceder a la obra en condiciones de seguridad.