El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha cumple este domingo sus primeros 100 días de trabajo marcados por la estabilidad política, el diálogo y la remisión del presupuesto de 2020 a las Cortes, dentro del plazo que marca la ley.
Un periodo en el que los consejeros y consejeras del Ejecutivo regional han comparecido en la Cámara de representación autonómica para explicar las líneas de actuación que llevarán a cabo a lo largo de la presente legislatura y “para ofrecer mano tendida al resto de grupos políticos, colectivos y agentes sociales en ese objetivo común que nos debe guiar, que no es otro que ofrecer soluciones a las demandas de la ciudadanía”.
En este sentido, la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, se ha mostrado partidaria de aprovechar el “clima de cordialidad y respeto” existente para dar ejemplo y demostrar que en Castilla-La Mancha, pese a las lógicas discrepancias, se puede coincidir en la puesta en marcha de políticas de empleo.
También en la aprobación de importantes leyes, en la defensa del agua, en garantizar unos servicios sociales que sustentan el Estado del bienestar, en avanzar en igualdad y en sostenibilidad o en construir nuevas infraestructuras que se antojan vitales para el crecimiento, la cohesión y la modernización de la región.
Para llevar a cabo todo ello, Fernández ha finalizado apelando a una unidad de acción que requiere de grandes dosis de responsabilidad, generosidad y solidaridad por parte de todos.