La brutal agresión sufrida por el médico del Servicio de Urgencias del Centro de Salud de Camarena a manos de un joven de 29 años no tendrá castigo penal -más allá de los meses de prisión preventiva cumplidos-, según recoge la sentencia emitida por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo.
La resolución judicial, dada a conocer este jueves por el Colegio Oficial de Médicos de Toledo (COMT), exonera al agresor penalmente, al contemplar como eximente que “actuó afectado por el consumo de alcohol y drogas, lo que le producía un estado agresivo”.
Aunque la Fiscalía pidió su exención completa, al joven le ha sido impuesta una “medida de internamiento obligatorio” en un centro de deshabituación de drogas y alcohol.
Una medida de seguridad que, pese a ser por un máximo de quince años, podría dejarle en libertad una vez que mejore de sus adicciones.
Recurso ante el TSJ-CLM
El COMT, que al igual que el SESCAM, se personó como acusación popular en la demanda planteada por la familia del facultativo, ya ha comunicado que recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
En este sentido, ha trasladado en nota de prensa que “respeta la decisión judicial, pero lamenta que ante la gravedad de los hechos, el agresor quede exonerado penalmente”.
Cabe apuntar que, las acusaciones particulares solicitaban penas de entre 14 y 15 años de cárcel, por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de atentado contra autoridad pública, que no ha sido considerado al concluir que no fue consciente de estar agrediendo a un médico pese a que iba con el uniforme identificativo del Sescam.
Por ello, el COMT va a solicitar al TSJ-CLM que no se aplique la causa de inimputabilidad (intoxicación por drogas y alcohol) o que lo sea como eximente incompleta, lo que permite compatibilizar la imposición de la medida de seguridad con una pena de prisión, aunque sea atenuada y que se aprecie el delito de atentado respecto al médico al estimar que en el momento de la agresión si era plenamente consciente de lo que hacía.
Los hechos
Los hechos se remontan a la madrugada del jueves 14 de junio de 2018, cuando el doctor Juan Antonio Alcázar, y la enfermera de guardia, se personaron en el domicilio del agresor para atender al padre de éste, que había sido agredido por su propio hijo.
Tras llamar a la puerta del domicilio fue recibido a golpes con una barra de hierro que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo e importantes y graves secuelas que le impiden recuperar su profesión y el normal desarrollo de su vida.
Tolerancia Cero ante las agresiones
La corporación médica toledana apuesta firmemente por la tolerancia cero ante esta lacra social que afecta a los profesionales sanitarios, aumentada en los últimos tiempos de pandemia, y mantiene su compromiso de seguir trabajando con las autoridades sanitarias y de la seguridad del Estado para garantizar el ejercicio de su labor asistencial con las máximas garantías.
Asimismo, defiende la necesidad de denunciar todos y cada uno de los casos de violencia, tanto verbales como físicos, que se produzcan en el ámbito sanitario con el objetivo de contribuir a afianzar la cultura del respeto hacia quienes cuidan de todos.
Los hechos, los más graves de los ocurridos en la provincia, fueron duramente condenados no sólo por el COMT, el SESCAM y sus compañeros toledanos, sino por el conjunto de la clase médica regional y nacional a través del Consejo Autonómico de Colegio de Médicos de Castilla-La Mancha y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM).