domingo, 24 noviembre 2024
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UCLM y CSIC crean tomates con azafrán que protegen contra los trastornos del alzhéimer

Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas del (CSIC) han creado unos tomates con genes de azafrán, que son capaces de proteger contra los trastornos neurológicos que ocasiona la enfermedad de Alzheimer.

La investigación, que se ha plasmado en un estudio que ha publicado la revista Horticulture Research, ha sido desarrollada por el grupo de Biología Molecular y Fisiología Vegetal de la UCLM y por investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) del CSIC, y financiada por el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha informado este jueves en una nota de prensa la institución académica.

En el desarrollo de la investigación han creado una nueva planta, que han denominado ‘tomafrán’, que contiene una elevada capacidad antioxidante, por lo que es capaz de proteger contra los trastornos neurológicos en un modelo de ‘caenorhabditis elegans’ de la enfermedad de Alzheimer, ha indicado la UCLM.

Y ha destacado que este tipo de experimentos abren las puertas a la realización de futuros estudios en otros modelos como animales y su salto a los ensayos en humanos.

Según se indica en el estudio, los apocarotenoides vegetales del azafrán tienen un gran impacto en la salud y generan beneficios para prevenir o controlar enfermedades crónicas o sus síntomas, por lo que son explotados por distintos sectores industriales como el farmacéutico.

Además destacan los compuestos crocinas y picrocrocina, que son responsables de las propiedades organolépticas y medicinales del azafrán, que incluyen, entre otros, efectos antiinflamatorios, antidepresivos o antienvejecimiento.

Flor del azafrán (i) y el tomafrán resultante tras la investigación.

Los investigadores eligieron el tomate porque su cultivo está muy extendido y puede usarse para aumentar la producción y ofrecer potencialmente una fuente natural estandarizada y controlada de crocinas y picrocrocina para su uso farmacológico”.

En el trabajo que ha publicado Horticulture Research, se detalla como los investigadores han insertado los genes del azafrán en la planta de tomate, que han codificadp para las enzimas de la síntesis de crocinas y picrocrocina, lo que ha conducido a la obtención de tomates con niveles de 14,48 mg/g de crocinas y 2,92 mg/g de picrocrocina, en peso seco, que suponen cantidades muy altas que hasta la fecha no se habían obtenido.

Este resultado permitiría escalar la producción de crocinas y picrocrocina a un coste relativamente bajo, y posibilitaría que una industria local pudiera preparar estos compuestos a partir de tomates porque son solubles y fáciles de extraer, y obtener “un producto purificado con una tecnología relativamente sencilla”, ha señalado la Universidad de Castilla-La Mancha.

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