El nuevo hábitat para el lince ibérico que la Diputación de Toledo va a incorporar a la finca ‘El Borril’, donde la institución provincial ubica un aula en la naturaleza, albergará dos ejemplares de esta especie en peligro de extinción.
Según ha informado en la institución provincial, técnicos de la Diputación y de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades trabajan en este proyecto que avanza en el diseño del futuro emplazamiento en la Senda de los animales, un recorrido circular que permite a los visitantes la observación de las especies de fauna que alberga como el lobo, ciervo, jabalí, muflón, gineta, zorro o conejo.
El diputado de Medio Ambiente y Mundo Rural, José Ruiz, ha participado en las visitas para ultimar las características que tendrá ese hábitat de lince ibérico en ‘El Borril’, y ha resaltado que el objetivo es destinar un espacio a la exhibición de ejemplares de lince ibérico al público en general y, sobre todo, a los escolares a los que está destinado el programa educativo.
En este sentido, ha explicado que se ampliará el aula de la naturaleza con un programa específico de educación ambiental destinado a “concienciar y sensibilizar sobre la necesidad de conservación del lince ibérico” y, con ello, “dar respuesta a la demanda por parte de la sociedad y de diversas instituciones de poder observar directamente ejemplares de estos animales”.
Zonas diferenciadas
Ruiz ha precisado que el recinto del nuevo hábitat estará diseñado para albergar dos ejemplares de lince que no pueden ser reintroducidos a la vida en libertad, y sus instalaciones dispondrán de zonas diferenciadas destinadas a exhibición y manejo de los animales.
Asimismo, el nuevo espacio tendrá un punto de observación que incluirá información relativa a las principales características de la especie, su distribución y su estado de conservación que será utilizado como recurso educativo para facilitar la labor del personal educativo del aula de la naturaleza de ‘El Borril’, ha añadido.
También ha indicado que la zona de exhibición al público dispondrá de una superficie de alrededor de 1.000 metros cuadrados, y que estará delimitada por un doble vallado de cuatro metros de altura, así como que incluirá bosque mediterráneo, compaginará zonas de matorral con zonas abiertas y ofrecerá barreras naturales que permitan al animal ocultarse.
Igualmente, tendrá estructuras que permitan el uso tridimensional del espacio como repisas, rocas o troncos, además de elementos de enriquecimiento ambiental que garanticen el bienestar de estos ejemplares como puntos de agua, zonas de sombra y refugio que les permitan cobijarse de las condiciones climatológicas adversas como la lluvia, el viento o el calor.