La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha presentado el avance del Plan de Ordenación Municipal (POM) que, centrado en la “cohesión social”, confía que esté listo a principios de 2023 y contempla llegar a los 100.000 habitantes, con una previsión de entre 12.000 y 18.000 nuevas viviendas, por medio de los nuevos desarrollos urbanísticos de casi 10 millones de metros cuadrados.
Un POM, ha asegurado este jueves en rueda de prensa, que “ordene el territorio, distribuya los espacios públicos, delimite los usos y proteja las zonas sensibles” como también “establezca y defina cómo queremos vivir”, para lo cual se va a realizar “un amplio proceso de participación” en el objetivo de que “sea útil para tener una ciudad mejor, más habitable”.
Tolón ha hecho un especial hincapié en la participación en el proceso de toda la sociedad toledana, “ciudadanía, administraciones, instituciones, asociaciones, entidades, organizaciones, colectivos y agentes sociales”, ha incidido, que enriquezca el debate con una “cogobernanza” al que se podrán sumar a través de la web www.pomtoledo.es.
La regidora, que ha dejado muy claro que el futuro POM “suprime” cualquier posibilidad de construir viviendas en la Vega Baja, ha apuntado que el documento final se podría tener a inicios de 2023 y ha subrayado que los cinco ejes del proyecto tendrán al río Tajo como “vertebrador” de los espacios de encuentro y los servicios de calidad “para una ciudad verde, sostenible, saludable”, pero también “cohesionada, cosida” entre todos los barrios.
Los cinco ejes del POM, que está pensado para un periodo de 15-20 años, están centrados en “un Toledo sostenible, saludable, seguro, social y convertirle en ‘smart city'”, en ese objetivo de llegar a 100.000 habitantes ,y “para ello es importante mejorar el acceso a la vivienda que responda a la demanda”.
En este contexto, el avance del POM contempla diez sectores de desarrollo residencial, “con una horquilla de entre 12.000 y 18.000 viviendas” a partir de “6,1 millones de metros cuadrados (m2) urbanizables”, si bien “también cuenta con suelo urbano, ahora de uso terciario”, caso de la zona de contacto entre los barrios de Santa Bárbara y Santa María de Benquerencia, ha precisado.
Junto a la regeneración de los barrios de Palomarejos, con la ubicación de la Guardia Civil en La Peraleda y la disponibilidad de 20.000 m2 del hospital ‘Virgen de la Salud’, Tolón se ha centrado en que el fijar población pasa por tener empleo y de ahí, en un marcado plano económico, se dispongan de 3,6 millones de m2 de suelo industrial en el objetivo de potenciar, también, “su carácter logístico y empresas de investigación”.
Además, y vinculado a ese desarrollo socioeconómico, Tolón ha concretado que el POM plantea ampliar en 177.000 m2 la zona comercial de La Abadía, que llevaría consigo un estudio de movilidad.
Unas actuaciones que “tendrán al río Tajo como eje vertebrador” en la demanda de la sociedad por contar “con espacios públicos, de encuentro y, también, servicios de calidad” en el objetivo final, ha observado Tolón, “de tener una ciudad sostenible, saludable”.
Algo que pasa, ha señalado, con el completo acondicionamiento de las riberas del río, la instalación de una pasarela en el Puente de Alcántara que “pronto saldrá a licitación”, la recuperación de la antigua vía del tren que cruza el río y conecta Azucaica con Santa Bárbara.
“Protección y recuperación de la Vega Baja”
Aquí, Tolón ha subrayado “la protección y recuperación de la Vega Baja”, donde ha atajado que no se construirá ni una vivienda, “siempre desde el respeto al patrimonio y los valores arqueológicos, paisajísticos y, por supuesto, medioambientales”, y que cuenta ya con 1,7 millones de euros para empezar las mejoras.
El POM también fija “objetivos prioritarios” para el Casco Histórico, que compatibilice el uso residencial con el turístico, además de facilitar el acceso de los jóvenes, con un aumento de población que pasar por incrementar los servicios públicos.
Pero, también, reforzar las infraestructuras con una nueva parada del AVE Madrid-Extremadura en el Polígono, que se compatibilice con el transporte de mercancías, o las conexiones como la de acceso del nuevo Hospital Universitario con la A-42, en este caso que, ha desvelado la regidora, “en unos meses” se podría resolver toda vez que el ministerio ya ha dado el visto bueno al proyecto.
Una congestión de tráfico que se aliviaría con la conexión, igualmente, del barrio del Polígono con la Cuesta de las Nieves o con el puente sobre el río en la zona este.
Además, ha citado el refuerzo del camino de Albarreal como salida de la urbanización de la Legua a la circunvalación C-40, la unión de Valparaíso con la zona norte de Buenavista.
Y, todo, ha valorado, para “hacer una ciudad más compacta, cohesionada” con la promoción, además, de la movilidad sostenible no contaminante en esa interconexión de barrios, por medio de carriles biosaludables, “generando espacios amables que acaben con la tradicional dispersión de nuestros barrios”.
Se trata, en suma, “de dar soluciones de conexión a los barrios a través de un modelo flexible, colaborativo y en el que la movilidad y los corredores verdes formen parte esencial de una ciudad abierta, solidaria, inclusiva, orgullosa de su patrimonio”.
A partir de ahora, y hasta noviembre, se podrán hacer propuestas de cualquier tipo, ha explicado el concejal de Urbanismo, José Pablo Sabrido, quien ha ampliado que en torno a un mes y medio después se podrá cerrar el documento final que contemplen toda las aportaciones en la “cogobernanza” del POM.
En la comparecencia pública también han participado la jefa municipal de Urbanismo, Virginia Cavia, y los gerentes de la EMSV, Luis Enrique Espinoza, y del Consorcio, Jesús Corroto.
