Un grupo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha considerado que la aparición –el pasado 15 de octubre– en el río Tajo a su paso por Toledo de abundante espuma es solo “la punta del iceberg” de un estado de “alta contaminación”.
Según las conclusiones del trabajo del Grupo del río Tajo perteneciente al grupo de investigación de Ciencias de la Tierra y del Espacio, “este hecho viene a demostrar que el río Tajo se encuentra al límite de sus posibilidades debido al alto grado de contaminación que presentan sus aguas, que es una consecuencia inmediata de una gestión que perpetúa una dinámica fluvial totalmente alterada que no permite, entre otras cosas, el arrastre de sedimentos, por la falta de un régimen de caudales ecológicos real y adecuado”.
Desde la institución académica sostienen que la formación de la espuma puede tener diversos orígenes. Por un lado, puede ser debida a vertidos industriales puntuales que contengan componentes tensoactivos, también pueden tener un origen urbano, pero tampoco se pueden descartar fuentes antrópicas difusas, con origen en la actividad agrícola.