La consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, ha destapado los costes e incumplimientos de lo que quedaba por ejecutar del II Plan de Carreteras durante los cuatro años del anterior gobierno regional. La consejera ha lamentado que su gabinete tenga que “asumir la aplicación práctica” de lo que quedó pendiente “porque no vamos a hacer política de tierra quemada”.
Resumiendo, De la Cruz señaló ante la comisión de Fomento de las Cortes regionales que, el 36 por ciento de ese segundo plan quedó sin ejecutar, cuando en el primero sólo 2 por ciento no se desarrolló.
Lo peor, indicó y reprochó la consejera, no fue la inacción de muchas actuaciones, sino que una vez contempladas, “el ejecutivo de María Dolores de Cospedal rompió los contratos unilateralmente”. Ese incumplimiento ha generado a la Consejería una serie de litigios cuyo importe alcanza los 136 millones de euros, de los que 64 ya se han pagado, desveló De la Cruz. En muchos casos, “no ejecutó ni un solo kilómetro en muchas de esas vías, pero se volvieron a incluir en el III Plan de Carreteras en mayo de 2015 y que ahora nos toca a nosotros desarrollar”.
La consejera ha informado que en sus seis meses de mandato se han puesto en marcha 27 actuaciones de mejora, mantenimiento y refuerzo de la red viaria regional con una inversión conjunta que supera los 55 millones de euros, lo que supone obras de mejora en 148 kilómetros de la red de carreteras, cuando “durante los cuatro años anteriores apenas se llegó a los 200 kilómetros”.
III Plan de Carreteras
El III Plan de Carreteras (2015-2027) prevé una inversión a lo largo de los 12 años de vigencia de más de 763 millones de euros y la conservación de lo construido representa casi el 60 por ciento.
La titular de la Consejería de Fomento estima que “la raíz” de la red viaria dependiente de la Junta de Comunidades “es buena” tras tres décadas de mejora de los 8.792 kilómetros que la integran y casi 2.000 millones de euros de inversión. De ahí que apueste por realizar un mantenimiento adecuado a fin de evitar que su deterioro ocasione roturas profundas que exigen un mayor gasto de reposición con posterioridad.