El grupo SADA, empresa especializada en la producción avícola que emplea a más de 1.900 personas distribuidas en nueve centros de trabajo en toda España, ha presentado un plan de reestructuración con el que pretende poner fin a la senda de pérdidas económicas que venía acumulando.
La medida más traumática del plan de SADA es poner fin a la actividad de la sala de despiece de su planta de Lominchar, una decisión que afectará a entre 160 y 200 personas trabajadores y trabajadoras.
En los periodos de consulta y negociación que comenzarán la semana próxima, CCOO defenderá el interés general de la plantilla, especialmente en materia de empleo. Antes de que se despida a parte del personal fijo de la empresa, el sindicato exigirá que se tomen medidas menos drásticas, como poner fin a las horas extraordinarias y a los contratos mercantiles que prestan sus servicios dentro de la propia SADA.