La Federación de Asociaciones Vecinales ‘Vegas del Tajo’ de Talavera ha decidido saltarse a sus políticos ante “la respuesta abreviada del Ayuntamiento de que no hay capacidad inversora y que lo tienen que hacer la Junta y el Gobierno central”, “la percepción de un alto grado de confrontación partidista entre el PP y el PSOE y un mirar desde la barrera de Podemos y Ciudadanos”, “no tener ninguna expectativa de que se tomen medidas inmediatas” y “dada la necesidad de disponer de una fuerte y planificada inversión pública inmediata que reactive la economía y el empleo” de la ciudad.
Por ello, van a solicitar reuniones directas y de manera urgente con el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, y con la presidenta del Partido Popular en la región, María Dolores Cospedal, “para eliminar intermediarios y que tomen conocimiento directo y consciencia de la dramática situación de nuestra ciudad y con su mayor capacidad política tomen las medidas necesarias para solucionar esta situación”.
Todo ello, dicen, a consecuencia de las infructuosas reuniones mantenidas, “pese a la buena disposición de todas las autoridades”: el alcalde de Talavera, Jaime Ramos; el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez; los delegados de la Junta en Toledo y Talavera, Javier Nicolás y David Gómez; y el delegado del Gobierno en Castilla la Mancha, José Julián Gregorio, en las que “nos manifestaron conocer la situación, la gravedad de los problemas planteados y que el diagnóstico está hecho”.
Una decisión adoptada en la última reunión de la Junta Directiva de Vegas del Tajo y que no han comunicado con antelación “porque hemos querido conscientemente que se desarrollaran en paz y armonía la Fiestas de San Isidro”.