El vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Luis Alberto García Alía, y el presidente del Colegio Veterinarios de Toledo, han ejercido de anfitriones en el IX Congreso Mundial Taurino de Veterinaria, celebrado este fin de semana en Toledo, al que asistieron 464 profesionales, estudiantes y ponentes. El congreso ha contado la presencia de distintos profesionales que han ofrecido su experiencia en torno al toro de lidia, el emblema de este evento.
Entre los asistentes al Congreso se encontraba el presidente del Senado, Pío García Escudero, así como los representantes de los colegios veterinarios castellano manchegos, cuyo presidente, José Ramón Caballero, como responsable del Comité Científico destacó “la elevada presión que ejerce la opinión pública mediatizada por un fuerte sentimiento animalista” y matizó que el mantenimiento de la Fiesta debe hacerse “a través de la mejora genérica y la conservación de la raza de lidia”.
Durante el IX Congreso, en el que además se celebró un minuto de silencio en memoria del maestro Iván Fandillo, el presidente de la Organización Colegial Veterinaria, Juan José Badiola, entregó el XXX Trofeo Taurino del Consejo General del Colegio de Veterinarios al mejor toro de la Feria de San Isidro.
La tauromaquia “no se defiende sola”
Una de las ponencias magistrales fue la de Joaquín Moeckel, licenciado en Derecho por Sevilla, contertulio en programas de televisión, comprometido en la defensa de la Tauromaquia y abogado defensor de toreros, plazas de toros y festejos menores, en la que se lanzaron reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de la Fiesta, “que no se defiende sola, la tenemos que defender nosotros”. Moeckel aseguró que hay una estrategia para dinamitar la fiesta, adelantó que la reciente sentencia del Constitucional contra la prohibición de toros en Cataluña indica el camino a seguir a los legisladores que quieran ir contra la Tauromaquia. Asimismo, se mostró partidario de promover un tratado internacional para proteger la Fiesta frente a una legislación interna fácilmente modificable.
Tras pedir a los ganaderos que abrieran las puertas al campo para que la gente viera cómo se cría un toro de lidia -la Tauromaquia no son quince minutos en una plaza, sino el nacimiento del animal, su cuidado, la dehesa, el equilibrio ecológico…- pidió al mundo taurino que abandonara el inmovilismo. “En los años treinta –dijo- se puso protección a los caballos de picar. Y la Fiesta no se acabó, sino al contrario. No pasó nada por poner peto al caballo. Si se puede evitar un derramamiento absurdo de sangre, debe hacerse”.
Asimismo, cabe destacar la intervención de José Miguel Martín de Blas, periodista taurino de la televisión castellano manchega y responsable del programa Tiempo de Toros, que resaltó la importancia de ganarse a la opinión pública, “se debe buscar la alianza con los medios de comunicación. Estos deberán dar cotidianeidad al fenómeno taurino incluyéndolo como un ingrediente más en los espacios informativos”.
El periodista taurino habló “de normalidad, de tolerancia, de cómo desde el conocimiento con el fenómeno taurino se puede implantar una respuesta general de adhesión, o por lo menos de respeto”.
El congreso se clausuró con una intervención de Pío García Escudero, presidente del Senado, un político aficionado a la Tauromaquia, que reivindica la recuperación del toro con casta y pidiendo al mundo taurino “que incorpore innovaciones para que el animal tenga una muerte digna. Es probable que la tauromaquia sea una minoría con el paso del tiempo, pero el secreto está ahí”.
El congreso finalizó con una cena celebrada en el propio ruedo de la Plaza de Toros de Toledo, que acaba de cumplir 150 años de existencia, y en la que se homenajeó a los ganaderos y empresarios taurinos Eduardo y José Luis Lozano, al veterinario genetista Antonio Gómez Peinado, al veterinario y ganadero Adolfo Rodríguez Montesinos, y al diestro Santiago Martín El Viti.
