El Palacio de Fuensalida ha sido el escenario perfecto para la presentación de la novela ‘Bandoleros’, de Francisco Javier Pasamontes, alcalde de La Guardia desde 2011 y licenciado en Comunicación Audiovisual, máster en Diseño Web y titulado en el ciclo medio de Administración y Finanzas.
Un acto que ha estado presidido por el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y en el que también han participado Álvaro Gutiérrez, presidente de la Diputación de Toledo; Jesús Vara, editor de Editorial Aldevara, que ha publicado ‘Bandoleros’; el presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero; el delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás; el vicepresidente del Área de Transparencia, Hacienda y Buen Gobierno de la Diputación de Toledo, Ángel Luengo.
Además del consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta de Comunidades, Alfonso Ruíz Molina; el viceconsejero de Cultura del gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Carrascosa, así como numerosos alcaldes y alcaldesas, concejalas y concejales de municipios de la mesa de Ocaña y de la provincia de Toledo.
Echarse al monte
La novela ‘Bandoleros’ está ambientada en la Andalucía rural de los primeros años del siglo XIX, donde era muy habitual la expresión ‘echarse al monte’ para referirse a aquellos que huían de la justicia, ocultándose en despoblados.
La historia comienza con el arrebato de celos que lleva a un joven muchacho estepeño a matar a otro hombre, sobrino del vicario, que le disputaba a su amada. A partir de ahí, su vida cambiará para siempre. ‘Bandoleros’ ha sido recientemente galardonada con el IX Premio de Novela ‘Ciudad de Almería’.
El presidente de la Diputación de Toledo ha mostrado su admiración al autor y su reconocimiento por haber escrito una gran novela, ambientada en una época convulsa de nuestra historia, pues se sitúa a principios del siglo XIX, cuando España se enfrentaba a la crisis del antiguo régimen y a la guerra de la independencia contra los franceses.
Álvaro Gutiérrez ha destacado la condición de servidor público del autor de la novela como alcalde de La Guardia, afirmando que reconoce el esfuerzo de ejercer como regidor de un municipio toledano y encontrar tiempo para dedicarse a la literatura.