La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha formulado el informe de impacto ambiental para la creación en Consuegra de una explotación ganadera para 2.000 cabezas de ganado porcino en régimen intensivo para cebo.
Según la resolución publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM este proyecto no necesita someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria por estimarse que no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente en las condiciones establecidas en este documento, siempre que se realice conforme a la solicitud presentada y la Confederación Hidrográfica del Guadiana indique que hay recursos existentes en cuanto al agua necesaria para su explotación.
El documento especifica que la explotación estará localizada en el término municipal de Consuegra y la distancia al suelo urbano más próximo es de 4 kilómetros al municipio de Consuegra.
En la explotación ganadera se construirán dos naves, con capacidad cada una de ellas para albergar a 1.000 plazas de cebo, y con una superficie de 1.235 metros cuadrados cada una de ellas.
Balsa de purines
También se prevé la construcción de una balsa de purines impermeabilizada y con una capacidad de almacenamiento de 1.098 metros cúbicos.
Al año, se prevé que la explotación ganadera genere 4.300 metros cúbicos de purines que, tras acumularse en la balsa construida al efecto, deberán ser entregados a una empresa gestora.
Además, según la documentación aportada, el suministro de agua para una explotación de ganado porcino del tamaño propuesto se estima en 6.664,9 metros cúbicos al año para abrevadero y 1.328,6 metros cúbicos al año para limpieza.
En cuanto a la contaminación atmosférica, el informe de impacto ambiental señala que durante el funcionamiento de la ganadería no se prevé que se produzca impacto por ruidos y olores, al estar alejada de núcleos de población.
También indica que la zona en la que se instalará la granja tiene gran interés para la avifauna esteparia, si bien señala que “la instalación de una nueva explotación supone la alteración del hábitat en una zona actualmente poco entropezada que puede ser ambientalmente asumible siempre que no proliferen instalaciones similares en la zona”.