Muy pronto Garciotum, una población de la comarca de la Sierra de San Vicente que cuenta con 181 habitantes, dispondrá de más vecinos o eso, al menos, parece tras las llamadas que se están recibiendo en el consistorio de la localidad desde que el alcalde, David Palomares, realizara el anuncio de subvencionar a las familias que se establecieran en el pueblo para evitar el cierre del colegio Santa María Magdalena por falta de alumnos.
El Ayuntamiento estableció una subvención de doscientos euros para que se asentaran dos familias, en régimen de alquiler, en Garciotum y así completar el número de niños necesarios para que no se cerrara el centro escolar, pero David Palomares apunta que, de momento, ya hay cinco familias interesadas.
El plazo para presentar las solicitudes de esta residencia finaliza el próximo quince abril y, además de las decenas de llamadas que se atienden, ya son quince las peticiones que se han formalizado.
Matrimonios de Toledo, Talavera, Barcelona y Sevilla se han puesto en contacto con el Ayuntamiento, pero Palomares está sorprendido por el interés que han tomado en el asunto refugiados políticos de Venezuela. Antes esta expectación, el equipo municipal de Gobierno ya ha decidido doblar la partida que se aprobó para financiar esta iniciativa.
Una apuesta económica necesaria, según cuentan desde el gabinete Palomares, porque todos los alumnos que están en el colegio terminan curso y el próximo se incorporarán al instituto. Es decir, que Garciotum se quedará sin alumnos y los deben de sustituir las familias que se ubiquen en la población.
David Palomares ya sabe las consecuencias de cerrar el colegio, algo que ya sucedió entre 2013 y 2015, que se tomó el acuerdo por decisión del Gobierno regional que presidía Cospedal. “Fueron los años más negros de Garciotum, el pueblo se vino abajo”, sostiene el presidente de la corporación municipal serrana.
