Las obras de restauración de Sala Capitular de la Catedral de Toledo, construida por el cardenal Cisneros hace 500 años y que está inmersa en un proceso de restauración de las pinturas al óleo sobre muro de yeso realizadas por Juan de Borgoña, estarán terminadas en octubre ya que faltan seis sectores por limpiar y restaurar.
Así lo ha dado a conocer el restaurador de la Catedral, Antonio Sánchez-Barriga, en una visita de periodistas a la Sala Capitular, en pleno proceso de remodelación de sus pinturas, al finalizar la rueda de prensa en la que el deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer, ha presentado el segundo número de la revista Catedral de Toledo.
Un equipo multidisciplinar, formado, entre otros, por un arquitecto y varios historiadores, físicos, químicos y restauradores, se afana en limpiar y restaurar la superficie de las pinturas que han quedado dañadas por los numerosos repintes.
Proyecto de remodelación
Sánchez-Barriga ha señalado que el proyecto de remodelación consiste en la eliminación de los añadidos fruto de las distintas restauraciones de las pinturas del maestro renacentista Juan de Borgoña, entre las que ha destacado la que realizó el pintor manierista español Blas de Prado, en 1584, unas décadas después de que Borgoña acabara las pinturas murales, al repintar parte de la escena de la Ascensión de la Virgen.
A estas intervenciones se suma la restauración de Francisco de Aguirre en 1635, “a quien más se le pagó y quién actuó en las pinturas en una época en la que se lavaban con lejía y piedra pómez”, o los repintes al óleo realizados en 1705.