El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha advertido de que “si se quiere ser ecologista incluso para subir el impuesto al diésel”, se tiene que reconocer que el trasvase “es un atropello para el Tajo”.
García-Page, ante la reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura que hoy analizará la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía para dictaminar sobre un desembalse en septiembre que deberá ser aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica, ha advertido de que su finalidad como presidente regional es defender los intereses de Castilla-La Mancha y que lo hará frente a un gobierno del PP o del PSOE.
“Estoy dispuesto a hacer todo lo que necesite esta tierra frente al Gobierno central, esté el PP o el PSOE”, ha anunciado el presidente regional.
Intereses de la región
En este sentido, ha señalado que uno de los intereses de la región que defenderá ante el Ejecutivo central está relacionado con el agua y el trasvase del Tajo al Segura y ha alertado de que “si se quiere ser ecologista, incluso para subir el impuesto al diésel, se tiene que ser ecologista para reconocer que el trasvase es un atropello para el Tajo, que viene como una cloaca”.
García-Page ha confiado en que puedan producirse “cambios en la política de valores” y ha considerado que la sostenibilidad es un valor que también se tiene que enseñar.