Alrededor de 85.000 kilos ha recogido el Banco de Alimentos tras el trabajo que han realizado los 220 voluntarios en los distintos supermercados de la geografía toledana.
Una cifra importante, como señala Manuel Lanza –responsable de la organización en Toledo- por lo que significa la solidaridad toledana y eso que dicha iniciativa tuvo que competir con el festivo Día de la Enseñanza y esa novedad que se denomina Black Friday.
Esta Gran Recogida –como se ha dado en llamar- ha tenido un gran éxito porque, además de la pasta y las legumbres, la superado las previsiones de aceite, cacao, galletas y leche infantil, así como productos de primera necesidad y pañales para niños.
Los alimentos se encuentran en la parroquia de San Ildefonso y el Polígono de Toledo para su recuento y reclasificación, algo que llevará todo el mes de diciembre. En la organización, se confía que con este stock se podrán mantener a lo largo de tres o cuatro meses.