El incendio del cementerio de neumáticos –situado entre Seseña y la localidad madrileña de Valdemoro- ha quedado confinado, tras trece horas de trabajo, a una superficie cercana a las once hectáreas o, lo que es lo mismo, casi las tres cuartas partes de la superficie total de la parcela, pues las otras tres han quedado a salvo de las llamas gracias a los trabajos de cortafuegos realizados por los efectivos antiincendios, según lo ha puesto de manifiesto Luis Villarroel, inspector del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Sí se ha cortado en tráfico en la autopista R-4 porque existe posibilidad de caída del cableado de alta tensión, que pasa por encima y que puede verse afectado por las llamas. Villarroel sostiene que “la extinción total del fuego tendrá complicaciones, pues se trata de un producto impermeable, resistente al agua y que adquiere una alta temperatura”.
A la hora de redactar esta información, quedaban una treintena de efectivos trabajando tanto de Madrid como de Castilla-La Mancha, repartidos en diez unidades de trabajo a las que se han sumado dos hidroaviones del Ministerio de Agricultura.