El Ayuntamiento de Villafranca de los Caballeros ha dado un paso al frente en su apuesta por la revitalización del patrimonio histórico de la localidad manchega. Para ello la emergente Comisión de Cultura y el colectivo ‘De la Roca al Metal’ convocaron, en el auditorio municipal, un encuentro en el que presentaron un proyecto con el que pretenden poner en valor los muchos recursos con los que cuenta este rincón del corazón de La Mancha.
Intervenieron en el acto la concejala de Cultura, Marta Guerrero, promotora a la vez de este encuentro; Pedro José Mariblanca, portavoz de la Comisión de Cultura y Hugo Ábalos, ‘De la Roca al Metal’. El ‘Proyecto de Revitalización del Patrimonio Histórico de Villafranca’ se dió a conocer así ante un nutrido grupo de vecinos entre los que se encontraba el alcalde, Julián Bolaños, con el ánimo de buscar apoyo y colaboración de “todas las gentes del pueblo”, apuntaron.
De esta forma, la idea es reabrir el Centro de Interpretación de La Casa del Norte para convertirla en un espacio en el que tengan cabida la historia, el patrimonio, la cultura y las costumbres populares. Un centro, al que proponen llamar ‘La Chela’, en el que “conservar y revitalizar todas aquellas cosas que han marcado las formas en que vemos, sentimos y estamos en el mundo”, subrayan.
Así las cosas, desde la Comisión de Cultura y el grupo de investigación ‘De la Roca al Metal’ estarán trabajando durante julio y agosto sobre la cultura material e inmaterial de Villafranca de los Caballeros, analizando su patrimonio arqueológico e histórico y organizando talleres y actividades “sobre la importancia de lo local en este mundo que va tan rápido, los oficios perdidos, la tradición, la Historia”, apuntan y, añaden, con el fin de poner la primera piedra para ese horizonte que nos hemos propuesto en la Casa del Norte”.
Para dotar de contenidos al nuevo centro de interpretación el proyecto parte de un estudio arqueológico, histórico y etnográfico sobre la cultura material e inmaterial de Villafranca de los Caballleros, donde destacan, entre otros, las Lagunas, los refugios antiaéreos, el polvorín, las tejeras -a punto de desaparecer completamente de nuestra realidad-; los diferentes yacimientos arqueológicos, entre los que destaca el Palomar de Pintado y la idiosincrasia de un entorno rural “como el nuestro, el azafrán, la cerámica, la Fiesta de Ánimas, los platos típicos, el saber-hacer, la memoria, el arte y un largo etcétera”, apuntillan.