La creciente preocupación de los vecinos de Lucillos por los proyectos de macrogranjas que pretenden instalarse en esta instalación ha hecho que el pasado sábado cristalizase una asamblea informativa -en el Centro Social- a la que asistieron miembros de la Plataforma Autonómica CLM Stop Macrocranjas y de la Plataforma Cívica de Gamonal.
En este acto se informó a los numerosos vecinos asistentes de los dos núcleos urbanos del municipio del número y las características de los proyectos de macrogranjas que están tratando de instalarse en el término municipal.
En la actualidad está ubicada una granja de pollos para 52.000 plazas y está en fase de construcción una macrogranja de porcino, de cría de lechones, para 2878 plazas de cerdas con lechones, la mayor capacidad permitida.
Además, pretenden situar en este término municipal una macrogranja de cebo con capacidad de 7.200 plazas, una de cebo de 2.000, un centro de inseminación y una macrogranja de engorde de pollos con 54.000 plazas.
En el trascurso de la reunión muchos vecinos mostraron sus inquietudes y dudas sobre estos proyectos, sobre todo porque no tenían información previa acerca de ellos. Se trató el problema de la contaminación atmosférica y los olores pues, en conjunto, las granjas incorporan en los proyectos la construcción de balsas de purines con una extensión de más de 32.000 metros cuadrados.
Resulta realmente alarmante la situación de las macrogranjas que se encuentran situadas entre 1 y un 1,5 kilómetros de los núcleos de población, y algunas a escasos 300 metros de Autovía A-5, rutas de senderismo, vías pecuarias, manantiales, casas rurales y zonas protegidas.
Los posibles problemas de contaminación de aguas y acuíferos, la sobreexplotación del acuífero del que bebe el pueblo, el incremento de plagas de insectos y roedores y la contaminación de suelos también centraron buena parte de la reunión.
Otra de las preocupaciones que manifestaron los vecinos fue la de la pérdida de valor de sus propiedades y la despoblación, pues muchos se plantean si podrán seguir viviendo en un pueblo en el que al recoger la ropa del tendedero huela a cerdo o en el que no puedas abrir las ventanas para ventilar.
Las molestias de estas industrias pueden contribuir al despoblamiento, como ya se ha comprobado en otros pueblos. Ante esta situación, los vecinos reunidos, tras debatir acerca de las consecuencias negativas que la instalación de todos estos proyectos generan y el escaso beneficio económico que dejan en los municipios en los que se instalan, acordaron formar una plataforma cívica para hacer llegar a las autoridades local y autonómica su más enérgico rechazo a estos proyectos.
La Plataforma Cívica Stop Macrogranjas Lucillos apuesta por un modelo de ganadería sostenible, apoyando la ganadería extensiva tradicional de la zona, que genera más empleo y menos problemas medioambientales.