Agentes de la Guardia Civil del Puesto de Villaluenga de la Sagra han investigado a un hombre, de nacionalidad italiana y de 27 años de edad, por un delito contra la salud pública de elaboración de sustancias estupefacientes.
Este individuo tenía en posesión 93 gramos de resina de amapola blanca, en dos paquetes, así como cuchillas y espátulas para su recogida y elaboración.
Las amapolas blancas o adormideras (papaversomniferum) las había recolectado en el cerro del Águila, en el término municipal de Villaluenga de la Sagra.
En la provincia de Toledo, y especialmente en la zona sagreña, existen multitud de ubicaciones con afloraciones de la amapola blanca de manera silvestre.
También en los Montes de Toledo, donde el pasado junio la Guardia Civil informó de una actuación en este sentido.
Ante la visita a estos lugares de personas que extraen el látex del interior de estas flores, una sustancia opiácea considerada estupefaciente, la Guardia Civil de Villaluenga, en prevención de la Seguridad Ciudadana, ha identificado a varias personas que frecuentan estos puntos con el fin de recolectar y elaborar este opio para consumo.
En concreto, el pasado 17 de mayo, los agentes procedieron a tomar manifestación en calidad de investigado no detenido a un hombre por poseer 93 gramos de
La resina como sustancia estupefaciente
Según informa la Guardia Civil en nota de prensa, la amapola blanca o adormidera (papaversomniferum) crece de manera silvestre en Castilla-La Mancha, y de manera profusa en La Sagra y en los Montes de Toledo.
De su interior puede extraerse una sustancia narcótica con la que pueden elaborarse jabones, aceites para friegas o ser consumido directamente, creando un perjuicio a la salud.
Aunque también es usado para medicamentos, esta sustancia opiácea consumida sin control puede crear dependencia por su efecto analgésico e incluso alucinógeno, atrayendo a muchas personas, algunas de ellas extranjeras, en su búsqueda para posterior recolección y elaboración.
Para su elaboración, por la mañana acuden en busca de las amapolas blancas, denominadas también adormideras, las rajan longitudinalmente con el fin de que suden y emitan el látex.
Por la tarde, las recogen y las dejan secar al sol para que se produzca la oxidación de la resina, de ahí su tono marrón, y ya se encuentre dispuesta para consumo.